No todo estaría perdido con la elección de la candidata oficialista en México como nueva presidenta, Claudia Sheinbaum, externaron opositores nicaragüenses, aunque hay una parte que considera que la presidenta electa seguirá el mismo camino del saliente, Andrés Manuel López Obrador (Amlo), quien no criticó ni condenó las violaciones a los derechos humanos y los crímenes de lesa humanidad de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
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Uno de quienes no ven un cambio en la política exterior de México hacia Nicaragua, con la llegada al poder de Sheinbaum, es el excarcelado político Juan Sebastián Chamorro, quien considera que la mandataria electa continuará aplicando la Doctrina Estrada de 1930, declaración oficial mexicana en la que se sostiene el principio de que ningún Estado o gobierno requiere del reconocimiento de otras naciones para proclamar su soberanía.
Chamorro lamentó que López Obrador ha actuado de manera «aislacionista», bajo el argumento de no inmiscuirse asuntos internos de otros países, pero obviando el tema de los derechos humanos en Nicaragua.
Al ser Sheinbaum del mismo partido político que López Obrador, y además ha declarado que él es su mentor político, los opositores nicaragüenses no esperan que sea diferente.
Apelan a su condición de mujer
Sin embargo, algunos, como la defensora de derechos humanos Haydée Castillo, guardan un halo de esperanza de que apoye al pueblo nicaragüense y no a la dictadura Ortega Murillo.
«Como ciudadana nicaragüense, yo pido a la primera presidenta mexicana, y apelo a su condición de mujer, líder con tanta experiencia y compromiso con los derechos humanos, a tomar un rol más activo para acompañar al pueblo de Nicaragua en su lucha por transitar a la democracia», dijo Castillo a Nicaragua Investiga.
Castillo le recordó a Sheinbaum que México «ha acompañado al pueblo nicaragüense en otros momentos de la historia» y le solicita que «ponga su voluntad política junto a otros países latinoamericanos como vecinos y hermanos» para liderar ese grupo de países amigos de Nicaragua, para lograr una salida a la crisis socio-política y económica que existe en el país desde 2018.
Sheinbaum, la primera mujer en alcanzar la presidencia mexicana, obtuvo 35.9 millones de sufragios frente a 16.5 millones de la senadora de centroderecha Xóchitl Gálvez, una ventaja de más de 30 puntos porcentuales, informó el Instituto Nacional Electoral (INE) en su sitio web.
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Puede haber diferencias
El jurista Uriel Pineda, exiliado en México, considera que puede haber diferencias entre Sheinbaum y López Obrador.
Los Ortega Murillo felicitaron a la mexicana por su elección, pero ella les respondió muy escuetamente, con una publicación en la red social X, como cuando alguien le da un «ok» a otro en una conversación de WhatsApp, indica Pineda.
«No hubo llamada telefónica y la respuesta fue muy sencilla, no denota nada. Lo contrario hubiera sido otro tipo de comunicación», manifiesta Pineda.
El también experto en derechos humanos añadió que, desde hace mucho tiempo, México, con el gobierno de López Obrador, fue visto como un posible mediador para resolver la crisis de Nicaragua, lo cual explicaría que el todavía presidente mexicano no se ha pronunciado en contra de la dictadura nicaragüense, a como la mayoría de la comunidad internacional.
«El régimen (Ortega Murillo) lo puede visualizar (a México) como un actor que puede interceder por ellos ante la Unión Europea o los Estados Unidos, para aliviar sanciones a cambio del restablecimiento democrático», reflexiona Pineda.
Por otra parte, finalizó diciendo Pineda, México necesita tener de cerca a Nicaragua, para evitar una crisis humanitaria por el enorme flujo de migrantes que primero pasan por territorio nicaragüense, avalados por la dictadura. Especialmente, ahora que el presidente estadounidense Joe Biden cerró la frontera con México.
Redacción Central
