En Nicaragua las lealtades políticas no están escritas en piedra, y ya sea en períodos de calma como de crisis, a nadie le sorprende que algún personaje cambie de bando, en una clara muestra de instinto de supervivencia política.
El actual proceso electoral no está exento de ello y en las listas de candidatos a diputados hay algunos legisladores que cambiaron de bando para poder seguir siendo diputados.
Byron Jerez
“Vos ya lo conocés”, fue el lema de campaña de Byron Jerez en las elecciones del 2016, en las que resultó electo diputado por Managua en la casilla del Partido Alianza por la República (APRE).
Y sí, todos los nicaragüenses lo conocían por los casos de corrupción que se le achacaron cuando estuvo al frente de la Dirección General de Ingresos (DGI), durante el gobierno de Arnoldo Alemán. Se le abrieron varios procesos judiciales que lo llevaron a la cárcel, pero de los cuales terminó siendo sobreseído.
El 25 de agosto pasado NICARAGUA INVESTIGA le preguntó al presidente de APRE, Carlos Canales, si volverían a llevar a Jerez como candidato a diputado. Su respuesta fue: “Quizás aparece por otro lado”.
El primero de septiembre cuando finalmente salió publicada en La Gaceta la lista de aspirantes: El polémico exrecaudador de impuestos sí iba como candidato, pero por el partido Partido Liberal Independiente (PLI). Corre en el puesto número dos como diputado suplente.
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Wendy Guido
Wendy Guido fue considerada durante años una leal pupila del veterano político Alfredo César. Salió electa diputada suplente en las elecciones del 2016 por el Partido Conservador (PC). César era el propietario.
En enero del 2020 Guido asumió la titularidad de la diputación cuando Alfredo César decidió renunciar a su escaño. En mayo del 2021 el Partido Conservador la destituyó luego que esta propuso como magistrado del Consejo Supremo Electoral a Leonzo Knight, un sandinista.
El partido pidió a la Asamblea Nacional su destitución del cargo de diputada, sin embargo, esto nunca se llevó a efecto. Los sandinistas controlan el Parlamento. La diputada dijo que seguiría en el cargo «hasta que termine el período».
Pero Wendy Guido no quiere irse de la Asamblea Nacional. En septiembre apareció como primera candidata a diputada nacional por APRE.
La diputada Wendy Guido
Wilfredo Navarro
Navarro es un clásico político sobreviviente. Hermano de un guardia somocista, también fue reo político durante el primer régimen militar del FSLN. Fue miembro del Partido Liberal Constitucionalista (PLI) y pupilo de Virgilio Godoy, a quien luego abandonó para pasarse al Partido Liberal Constitucionalista (PLC) de Arnoldo Alemán, en el que salió electo diputado en 1996. Alemán lo nombró Ministro del Trabajo. También fue candidato a alcalde de Managua.
Se reeligió como diputado en las elecciones del 2001, 2006 y 2011.
Parecía un político firmemente antisandinista, a tal punto que no tenía problema alguno en lanzarles graves acusaciones, como por ejemplo, quedarse con dinero del narcotráfico.
Pero conforme el gobierno de Ortega se iba consolidando en el poder, algo del supuesto antisandinismo de Navarro cambiaba. En noviembre del 2015 finalmente el PLC lo expulsó de sus filas. “Nací liberal, crecí liberal y soy liberal”, sostuvo Navarro en ese entonces.
En las elecciones del año siguiente se volvió a reelegir como diputado, pero en las filas del FSLN.
En los comicios del 7 de noviembre del 2021 corre en el puesto número cinco de la lista de candidatos a diputados nacionales por ese partido, al que una vez adversó y que lo tuvo preso.
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Mauricio Orúe
En las elecciones del 2016 Mauricio Orúe salió electo diputado por el partido Alianza Liberal Nicaragüense (ALN). Actualmente es el candidato a presidente por el Partido Liberal Independiente (PLI). Ambas organizaciones, al igual que el resto que corren en la contienda electoral son consideradas como «colaboracionistas» por parte de la oposición.
Transfuguismo mal visto y hasta castigado
El transfuguismo siempre ha sido visto con malos ojos por una ciudadanía cansada de políticos que buscan vivir eternamente de las arcas públicas.
Castigarlos mediante el voto ha resultado muy difícil, ya que en Nicaragua el Poder Electoral en pocas ocasiones ha sido considerado limpio e imparcial, y por otro lado no existe la elección uninominal. en el caso de los diputados.
En vez de facilitarle a la población que fuera ella misma la que castigara este tipo de conductas, a inicios del 2014 se aprobó una reforma constitucional en la que se castigaba el transfuguismo entre los diputados.
El artículo 131 de la Constitución Política ahora establece que “los funcionarios electos mediante sufragio universal por listas cerradas propuestas por partidos políticos, que se cambien de opción electoral en el ejercicio de su cargo, contraviniendo el mandato del pueblo elector expresado en las urnas, perderán su condición de electo debiendo asumir el escaño su suplente”.
Esto solo venía a reforzar el control de los caudillos de los partidos sobre las bancadas y a ratificar que los diputados, aunque electos por el pueblo, respondían a los intereses partidarios.
Wilfredo Navarro repudiaba el transfuguismo
En noviembre del 2013, el entonces diputado liberal Wilfredo Navarro condenó el transfuguismo y dijo estar de acuerdo en que se condenara vía la Constitución.
“El transfuguismo en Nicaragua es un comportamiento que se caracteriza y es motivado por conveniencias económicas, necesidades políticas, diferencias partidarias y falta de lealtad”, declaró a El Nuevo Diario.
“El diputado que se transforma en un tránsfuga está robándole al partido algo que le dio y entonces sí se hace necesario el artículo constitucional”, sostuvo.
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