Leopoldo Rivas Alfaro, exguerrillero sandinista y señalado de organizar grupos paramilitares que reprimieron a manifestantes opositores en el 2018, recibirá más de 34 mil dólares para “asesoría especializada en relaciones estratégicas, civiles, militares y de seguridad nacional”, según documentos oficiales en poder de Nicaragua Investiga.
El exmilitar, que cumplirá 77 años en septiembre, ganó la contratación pública el pasado 23 de junio y recibirá el dinero a través del Ministerio de Relaciones Exteriores con fondos del Estado de Nicaragua, según consta el contrato donde firmó y se identificó como “El Asesor”.
El documento refleja que Rivas Alfaro salió beneficiado por un monto total de 34,500.00 dólares (1,239,207.23 córdobas). El contrato está firmado por un plazo de 12 meses, comprendidos del 10 de julio del año 2022 al 9 de julio del año 2023. Pero los pagos se harán en cuotas mensuales de 2,875.00 dólares (103,267.27 córdobas).
Leopoldo Rivas Alfaro cobra 34,500 dólares para asesoría militar y civil al Ministerio de Relaciones Exteriores.
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Los documentos reflejan que se solicitó esta contratación para garantizar “servicios profesionales”, que supuestamente incluyen “asesoría en los casos que Nicaragua tiene pendiente ante la Corte Internacional de Justicia en La Haya y en la defensa jurídica de las fronteras nacionales”.
Pero al exmilitar no se le conoce experiencia en relaciones internacionales, tampoco estudios relacionados en este campo. En cambio, en el contrato figura que tiene como profesión “médico especialista en cirugía general”, cargo que actualmente ocupa en el Hospital Militar Alejandro Dávila Bolaños, en el programa privado de atención médica especializada, que además es verificado en su perfil en LinkedIn.
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“El Asesor” también está contratado por el “servicio profesional” en temas de asesoría jurídica y estratégicas en temas civiles, militares, a la seguridad nacional. También debe “realizar investigaciones para recopilar información que pueda ser útil en la resolución de casos y demás asuntos relativos a la seguridad nacional”.
Entre otros puntos, debe realizar investigaciones para recopilar información que pueda ser útil en la resolución de casos y demás asuntos relativos a los derechos soberanos de Nicaragua, dice el contrato.
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Firma y como se «autodenomina» Leopoldo Rivas Alfaro.
Y como productos esperados debe realizar dictámenes jurídicos a instrumentos de trascendencia internacional, informes sobre la posición jurídica de Nicaragua en las comisiones participantes, reportes al Ministerio de Relaciones Exteriores sobre el desarrollo de las fases en negociaciones de tratados internacionales.
“Estos productos solo podrán estar a la vista y resguardo de unidad requirente, a fin de garantizar la cláusula de confidencialidad”, dice el documento.
Paramilitar al servicio directo de Ortega y Murillo
Leopoldo Rivas es señalado de ser parte de la red de paramilitares al servicio de Daniel Ortega que opera en Nicaragua desde 2018, cuando la población se levantó en protesta contra el mandatario y exigió su renuncia, según documenta una investigación de La Prensa y CONNECTAS.
La investigación recoge que el paramilitar Marlon Gerardo Sáenz Cruz, alias “Chino Enoc”, confesó que la estructura de paramilitarismo inicialmente era encabezada por Raúl Venerio Granera, un comandante guerrillero y exjefe de la Fuerza Aérea Sandinista, a quien se le conocía por su seudónimo “Willy”.
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Venerio Granera dirigía esta fuerza con Edén Pastora, Leopoldo Rivas y el general de brigada en retiro Glauco Robelo.
“Tras el fallecimiento de Venerio en junio de 2019, y el de Pastora en junio de 2020, Leopoldo Antonio Rivas Alfaro quedó al frente del Mando Nacional de paramilitares, y Robelo como segundo al mando. Como tal, Rivas recibe las órdenes directas de Daniel Ortega y de su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo”, documenta la investigación.
Izquierda del féretro, Leopoldo Rivas Alfaro, y a la derecha Edén Pastora, durante el entierro de Raúl Venerio Granera en junio de 2019. Foto | Prensa oficialista
Leopoldo Rivas, quien fue general de brigada en retiro, habló en una Asamblea con sandinistas históricos en Nueva Guinea donde prácticamente menospreció a los cuadros históricos que asistieron al encuentro.
En esa ocasión dejó entrever su vínculo con las nuevas estructuras paramilitares, y dijo que estaban organizados entre “los compañeros históricos, sandinistas nuevos, y la juventud sandinista”. Y luego agregó: “Estos son los tres sectores del Frente Sandinista, pero necesitamos hacer algo para que se fundan para que se unan y piensen como un solo hombre, así como los campos de combate”.
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Evidencia con el paramilitarismo
Otra evidencia que demuestra su vinculación con paramilitares fue la circular de la Comisión Nacional de Atención al Sandinismo Histórico dirigida a coordinadores nacionales y firmada por Leopoldo Rivas Alfaro, como comandante guerrillero y de brigada, que orientaba desactivar totalmente las estructuras y funcionamiento del sandinismo histórico y dejar de recolectar información.
“Se había orientado por parte nuestra y no del mando superior recolectar información sobre actividades enemigas y transmitirse a la Policía Nacional y el Ejército a nivel territorial, tarea que se cumplió también en parte con características singulares”, indicó la circular que también prohibió “continuar organizando y funcionando redes de inteligencia o contrainteligencia de cualquier naturaleza”.
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