Por: Artículo 66

La represión en Nicaragua ha obligado a miles de personas a abandonar su país, pero para las mujeres transgénero, el exilio ha significado una doble lucha: escapar de la persecución política y, al mismo tiempo, enfrentar las barreras que la sociedad impone a su identidad. 

Artículo 66 presenta las historias de Athiany Larios, Marcela Zúniga y Vlada Krassova Torres Colomer, tres mujeres trans nicaragüenses que fueron activistas en su país y que, tras la crisis iniciada el 18 de abril de 2018, tuvieron que huir a Costa Rica debido a amenazas, agresiones y hostigamiento por parte del régimen de Daniel Ortega.

Desde el exilio, han enfrentado momentos de incertidumbre y dificultades económicas, pero también han encontrado redes de apoyo que han sido fundamentales en su proceso de adaptación y resiliencia. Estas redes, junto con su propia determinación, fuerza y capacidad de superación, han sido clave para que ellas no solo salgan adelante, sino que además logren insertarse en el ámbito laboral y social costarricense, ganándose el respeto y la admiración de quienes las rodean.

Este fotoreportaje muestra su lucha por sobrevivir y reconstruirse lejos de su país, destacando su valentía, resiliencia y el impacto positivo que la solidaridad puede tener en quienes han sido obligados a empezar de nuevo.

Tres historias de coraje y resistencia

Athiany Larios: Pionera en la lucha por los derechos trans

Defensora de derechos humanos y fundadora de la Asociación Nicaragüense de Transgéneras (ANIT), Athiany Larios ha sido una de las voces más influyentes en la lucha por los derechos de las mujeres trans en Nicaragua. Su activismo la convirtió en un blanco de persecución y, en 2018, tuvo que exiliarse para evitar ser encarcelada.

“Me daba miedo que me encarcelaran y me daba miedo por mi mamá. No iba a hacerla pasar por ese sufrimiento”, confiesa Athiany, quien al llegar a Costa Rica tuvo que comenzar desde cero, trabajando en labores domésticas. Luego trabajó en una empresa de la industria cárnica. Con el tiempo, pasó a desempeñarse como impulsadora de productos y alimentos en un supermercado, ampliando sus oportunidades laborales y demostrando su capacidad para adaptarse y salir adelante.

Athiany no solo es una mujer de coraje y compromiso con su comunidad, sino también alguien que encarna la alegría y el optimismo, viendo en cada obstáculo una oportunidad para seguir adelante.

Marcela Zúniga: De la violencia extrema a la reconstrucción de su vida

Marcela Zúniga es defensora de derechos humanos y activista trans, pero su lucha la convirtió en víctima de brutales ataques por parte de grupos afines a la dictadura. Fue golpeada en varias ocasiones y, en el último ataque, le destrozaron los dientes.

Forzada al exilio en 2019, su camino no ha sido fácil. En Costa Rica, primero trabajó en la construcción, realizando tareas físicamente extenuantes, y luego en un restaurante. Sin embargo, debido a problemas de salud derivados de las agresiones sufridas en Nicaragua, tuvo que ausentarse del trabajo, lo que resultó en su despido.

Sin ingresos, fue desalojada de la vivienda que rentaba en el centro de San José y pasó tres meses viviendo en la calle. “Fui habitante de calle”, recuerda Marcela, quien, además, es VIH positiva y tuvo que sobrevivir en condiciones de extrema vulnerabilidad.

A pesar de las adversidades, logró salir adelante con la ayuda de redes de apoyo que la acogieron y la ayudaron a encontrar nuevas oportunidades. Hoy trabaja en una “chatarrera” en Costa Rica, donde no solo se ha ganado su sustento, sino también el respeto y la confianza de quienes comparten su espacio laboral. Además, envía ayuda a su madre y a su hermano, quien necesita un tratamiento de diálisis en Nicaragua.

Marcela también ha enfrentado el rechazo familiar. Cuando era adolescente y comenzó a expresarse como mujer trans, su padre la echó de la casa, lo que la obligó a dejar su natal Nandaime, Granada, y trasladarse a Managua en busca de una vida propia. Sin embargo, con el tiempo, su padre la buscó nuevamente y le expresó más cercanía, logrando reconstruir su relación. Ahora, Marcela mantiene una mejor comunicación con él.

Vlada Krassova Torres: Activismo y liderazgo en el exilio

Desde joven, Vlada Krassova Torres Colomer mostró un fuerte liderazgo en la defensa de los derechos humanos y la democracia en Nicaragua. Se formó en Diplomacia y Relaciones Internacionales y obtuvo una beca para estudiar su maestría en Alemania, lo que le permitió construir una base académica sólida para su activismo y desarrollo personal.

Dice que se considera “privilegiada” porque tuvo oportunidades de estudio que no todas las mujeres trans alcanzan. Está exiliada en Costa Rica desde el 2019, donde llegó para proteger su vida y para abrirse paso porque sabía que en Nicaragua, en dictadura, no lo lograría.

Ahora desde San José continúa su labor por la defensa de los derechos humanos y la democracia, al mismo tiempo que logró insertarse en el ámbito laboral. Trabaja en una agencia internacional, donde aprovecha cada espacio para promover los derechos de las mujeres trans y aboga por mejores condiciones para las personas exiliadas.

Vlada reconoce que el acceso al empleo para las mujeres trans sigue siendo un reto enorme. “Las redes de apoyo son fundamentales para la inserción laboral y la protección de la comunidad trans en el exilio”, enfatiza. Gracias a su esfuerzo y capacidad, ha logrado posicionarse en un espacio de trabajo donde se le reconoce y valora por su talento y compromiso.

De adolescente, su familia no aceptaba su identidad de género ni su orientación sexual como mujer trans, lo que representó un desafío emocional en su vida. Sin embargo, desde hace tres años, su familia ha venido aceptándola y respetándola, algo que la llena de alegría.

“El fuego no quema”

Este fotoreportaje es un homenaje a tres mujeres que, a pesar de haber sido golpeadas por la persecución y el exilio, que han vivido discriminación y violencia y que llegaron a un país donde también hay desafíos económicos enormes, no han dejado que el fuego de la represión las consuma. Athiany, Marcela y Vlada han resistido con dignidad, han reconstruido sus vidas y han demostrado que, sin importar las circunstancias, su voz y su lucha siguen vivas.

Artículo 66 presenta sus historias porque la resistencia de esta comunidad trans es una expresión de la resistencia de todo un país. Porque el exilio duele, pero no las derrota.