La Asamblea Nacional aprobó este jueves 10 de junio un préstamo por 100 millones de dólares otorgado por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), para la “compra” de más de 6 millones 863 mil dosis de vacunas contra el Covid-19.
Este convenio de crédito fue suscrito el 2 de junio entre el gobierno sandinista y el BCIE, para financiar el “Proyecto Apoyo para la Implementación del Plan de Despliegue de Vacunación y Atención de la COVID-19 en Nicaragua”.
Con este nuevo préstamo se supone que el Ministerio de Salud (Minsa) pretende inmunizar al 70% de la población, y a la vez comprará “insumos médicos para fortalecer la cadena de cuartos fríos”.
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El BCIE ha sido el principal financiador de Ortega en el marco de la pandemia del coronavirus, a pesar que la emergencia sanitaria es minimizada por el actual gobierno y continúa apostando a la “inmunidad del rebaño”.
El financiamiento del BCIE será a 20 años de plazo, incluyendo hasta cinco años de período de gracia, con una tasa de interés indicativa del 1.96%.
Diputados sandinistas “celebran” préstamo
El diputado sandinista, Wálmaro Gutiérrez, celebró el nuevo préstamo como un “orgullo” del supuesto trabajo legislativo que realizan en la Asamblea Nacional, la cual está controlada por el oficialismo.
“Hoy es un día de gran importancia para la labor legislativa que desarrollamos en nombre y representación del pueblo de Nicaragua que con su voto nos trajeron a los escaños de este parlamento”, dijo Gutiérrez, quien fue sancionado por el Departamento del Tesoro de los Estados, precisamente por ser considerado “responsables por cooptar mecanismos judiciales o financieros para apoyar al régimen de Ortega”.
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“En el caso de Nicaragua la restitución del derecho a la salud y a la educación han sido una de las principales prioridades que nuestro gobierno”, elogió el diputado sandinista, José Figueroa. Además mencionó que el gobierno ha diseñado un plan “exitoso” de lucha contra la Covid-19.
Vacunas como propaganda política
Lo expresado por el diputado Figueroa, deja en evidencia la retórica del gobierno sandinista al reflejar que se respetan los derechos a la salud, pero las vacunas han sido utilizadas como campaña políticas por parte de Ortega. Incluso, los opositores que llegan a los puestos habilitados para aplicarse la vacuna, son fotografiados para luego ser expuestos en las redes sociales y ser víctimas de ataques por simpatizantes sandinistas.
La experta en salud pública, Ana Quiroz, exdirectora del Centro de Información y Servicios de Asesoría en Salud (Cisas), señala que este patrón no es nuevo en Nicaragua. “Es preocupante que las vacunas se estén utilizando para asuntos partidarios”, aseveró.
“Esto es una forma más de hostigar a personas opositoras al régimen. El gobierno y sus simpatizantes no tienen ningún derecho de utilizar las vacunas. En general, todas las que se han puesto hasta el momento han sido donadas al pueblo de Nicaragua, no a un partido, no a nadie en particular”, criticó Quiroz.
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