La resurrección del diálogo, sanciones flexibilizadas, la derrota del abstencionismo, desuniones entre opositores y la presión del chavismo por las investigaciones sobre crímenes de lesa humanidad son algunos de los hechos que marcaron la política en Venezuela durante 2022, según expertos.
La Voz de América consultó a tres especialistas en ciencias políticas para puntualizar cuáles fueron esas circunstancias que marcaron la lucha entre el gobierno de Nicolás Maduro y sus detractores durante los últimos 12 meses, siempre de cara a 2023.
El peso de la CPI
La investigación de la Corte Penal Internacional es una especie de espada de Damocles que pende sobre el gobierno venezolano, observa el politólogo Leandro Rodríguez Linárez.
Desde noviembre de 2021, el fiscal jefe del organismo, Karim Khan, anunció la apertura de una investigación sobre la presunta comisión de crímenes de lesa humanidad en el país.
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El estado venezolano solicitó en abril pasado a su despacho que aplazar sus indagaciones sobre los casos en cuestión, alegando que ya estaban siendo investigados localmente. Khan, sin embargo, solicitó a la Sala de Cuestiones Preliminares de la CPI que le permitiera reanudar su trabajo sobre Venezuela al no encontrar avances notorios en esa materia.
El congelamiento por al menos nueve meses de la investigación tras la rogatoria oficial es uno de los puntos que inclinan a Rodríguez Linárez a concluir que el chavismo ha logrado salir “como único ganador” en la política del año que culmina en Venezuela.
“De comenzar el año bajo la presión de las sanciones, la Corte Penal Internacional, sin visión clara acerca de las presidenciales 2024 y bajos niveles históricos en popularidad, entre otros factores, culmina este año con un aliviamiento de las sanciones, tanto que dará nuevamente inicio a la industria petrolera, la que él quebró por corrupción y desidia”, sostiene.
La solicitud del fiscal Khan de reanudar las investigaciones ocurrió un mes después de que una misión independiente de determinación de hechos de Naciones Unidas confirmó la responsabilidad de autoridades del gobierno de Venezuela en crímenes de lesa humanidad, entre ellos Maduro y Diosdado Cabello, uno de los líderes más influyentes del chavismo.
El fiscal de la Corte Penal Internacional Karim Khan, encargado del caso de Venezuela.
Adiós al abstencionismo
Sergio Garrido, un candidato de la oposición venezolana, ganó una votación por la gobernación de un estado simbólico para el chavismo, Barinas, donde nació el expresidente Hugo Chávez y en el cual su familia había mandado durante dos décadas.
Esa elección centró la atención de los polos políticos en Venezuela y significó la derrota de un abanderado clave para el chavismo, el excanciller y exyerno de Chávez Jorge Arreaza.
También, “dio un impulso interesante al tema electoral” y convenció a parte de la oposición de que el voto popular es determinante para un cambio político, explica el doctor en procesos políticos contemporáneos y docente universitario Juan Manuel Trak.
“Demostró que, si bien la cancha está inclinada y hay represión abierta contra la oposición, lo electoral sigue siendo una pata en el tablero político que tiene incidencia y el potencial de movilizar a la ciudadanía con costos muy bajos para la gente”, señaló.
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Sanciones e intercambio de detenidos
Si bien sus relaciones diplomáticas están interrumpidas desde 2019, los gobiernos de Estados Unidos y Venezuela intercambiaron este año un grupo de detenidos en los respectivos países y pactaron la flexibilización de algunas sanciones económicas.
Los gobiernos de Estados Unidos y Venezuela comunicaron en octubre que habían concretado un canje de siete detenidos estadounidenses y dos sobrinos de la esposa de Maduro, Cilia Flores, condenados por delitos vinculados al narcotráfico.
Las repatriaciones ocurrieron tras meses de negociaciones privadas entre ambos poderes ejecutivos y se trató de una medida “extraordinariamente rara”, según un funcionario de la Casa Blanca, que no agradó a un sector de la oposición venezolana.
El gobierno de Washington publicó a finales de noviembre una nueva licencia que permite a la empresa Chevron reanudar su extracción y venta de crudo venezolano en suelo estadounidense, tras más de dos años de prohibición de esas operaciones.
“La invasión rusa a Ucrania le permitió al madurismo revalorar su poder energético geopolítico, tanto que Occidente está cediendo a sus planes electorales”, opina Rodríguez Linárez sobre esas flexibilizaciones de sanciones, entre las que también se cuentan permisos a las empresas petroleras Eni y Repsol para llevar crudo venezolano a Europa.
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“Desaciertos” opositores
El analista, politólogo y especialista en comunicación política Pablo Andrés Quintero considera que 2022 fue “un año de desaciertos” del liderazgo opositor, especialmente en el denominado gobierno interino liderado por el líder del Parlamento de 2015, Juan Guaidó.
Para su conclusión, subraya “la pérdida de espacios en el ámbito internacional”, como el retiro de su representante ante la Organización de Estados Americanos en su última asamblea anual o el desconocimiento de sus embajadores en países como Colombia.
Menciona además “la pérdida de credibilidad” de los cuatro principales partidos opositores -Acción Democrática, Un Nuevo Tiempo, Voluntad Popular y Primero Justicia- por denuncias de corrupción en el manejo de activos que controlaba el interinato, como fue el caso de Monómeros.
El gobierno entrante de Gustavo Petro, en Colombia, reconoció hace meses a las autoridades designadas por el madurismo para esa compañía de fertilizantes.
Esos tropiezos, considera Quintero, “terminaron por sepultar la idea de que iba a haber un cambio por esa vía” del gobierno interino, que en pocos días encarará una sesión clave de la Asamblea Nacional de 2015 para definir si se renueva el estatuto que lo fundamenta.
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La fragmentación y la primaria
La Plataforma Unitaria de partidos que adversan al gobierno de Maduro anunciaron este año la celebración de unas votaciones primarias abiertas, en 2023, de donde saldrá el candidato único que enfrentará a Maduro en las presidenciales de 2024.
Son pasos que acercan a la oposición a la reivindicación del voto y la alejan del abstencionismo, pero que, a su vez, irónicamente, la dividen, según los analistas.
“Los acuerdos (sobre las primarias) no han llegado tan rápido como deberían” y la lenta preparación de las votaciones han dado a luz a “una cantidad impresionante de precandidatos” con posturas diferentes y declaraciones críticas a lo interno, dice Trak.
“Pareciera que las elecciones fragmentan a la Plataforma Unitaria y la pregunta es si la primaria tiene el potencial de dividir más o de, finalmente, renovar el liderazgo en ese sector de la oposición”, expone el experto, antes de mencionar cuánto espacio han ocupado partidos de posturas ambiguas ante el chavismo, como Fuerza Vecinal.
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De vuelta a México
La mesa de negociación sobre la crisis política en Venezuela se retomó el 25 de noviembre en Ciudad de México, luego de 13 meses de congelamiento de ese mecanismo de diálogo.
Las conversaciones dieron como resultado el anuncio de un acuerdo de inyección de recursos a un fondo de corte social que será ejecutado por Naciones Unidas, con el fin de aliviar la crisis de alimentación, salud, educación y servicios públicos en el país.
El diálogo, sin embargo, fue un “ir y venir” durante prácticamente todo 2022, recuerda Trak. Quintero, por su parte, cree que el gobierno de Maduro se ha fortalecido en el escenario internacional por el retorno a México y el alivio de sanciones.
Maduro busca ganar legitimidad y refuerza con propaganda “la idea de que Venezuela se está arreglando”, dice Quintero, mientras Trak insiste en que las desigualdades siguen extendiéndose y que “no ha sido exitoso” el intento oficial de lograr eficacia económica.
¿Qué viene en 2023?
El gobierno de Maduro aterrizará en 2023 luego de haber incumplido la mayoría de sus promesas económicas, como el levantamiento de la producción petrolera, hoy “estancada”, según palabras del politólogo Pablo Andrés Quintero. Esa falta de resultados en la economía pavimenta un nuevo año de retos para ambos bloques, coinciden los expertos.
Rodríguez Linárez, por su parte, cree que el próximo año replicará el que culmina en cuanto a la falta de cambios, que atribuye a que el país se quedó “sin oposición política” y en manos de un grupo de partidos que, según su juicio, cedió en su agenda en México.
“Lo trágico es que 2023 se perfila como una réplica de 2022 a menos que insurja un liderazgo verdaderamente opositor al margen del tradicional”, concluye.
Quintero sospecha, por su lado, que la primaria de 2023 elevará “el costo de competitividad» entre la oposición y no descarta que surjan liderazgos consolidados, como los de los excandidatos presidenciales Manuel Rosales y Henrique Capriles Radonski.
“Es muy probable que aparezcan con mucha más fuerza para poner orden a la oposición. Eso puede generar un clima donde se puede llegar a mejores consensos. Por fuera van a existir candidatos o lobos solitarios, falsos outsiders, que no son outsiders naturales”, opina.
Lo fundamental para la oposición en 2023 deber ser la recuperación de la institucional democrática, para Trak. “Es un trabajo que va a costar mucho más esfuerzo”, afirmó.
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