El gobierno interino del líder opositor venezolano Juan Guaidó anunció que su delegado en la Organización de los Estados Americanos no acudirá a la asamblea general del organismo que se inaugura este miércoles en Lima, Perú, con el fin de que el “rechazo de algunos países” por su participación no entorpezca los debates.
El organismo aprobó en 2019 la desincorporación del representante del gobierno de Nicolás Maduro en ese espacio y, en cambio, acogió como tal a Gustavo Tarre, delegado de Guaidó, a quien 50 gobiernos reconocen como presidente encargado de Venezuela.
Este martes, el despacho de Guaidó argumentó que la ausencia de Tarre en Lima obedece a que “el rechazo de algunos países de la región al Gobierno Interino ha llevado, en los últimos años, a que se deje de lado el problema humanitario y de derechos humanos” en Venezuela.
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Esas posturas han llevado a que el debate de la Asamblea General se enfoque, en su lugar, “en las credenciales de nuestra delegación, afirmando, incluso, que no se adherirán a las resoluciones aprobadas con la presencia de Venezuela”, siempre según el líder opositor.
“Para evitar que se genere nuevamente ese debate y asegurarnos de que nuestro trabajo y el de la OEA no se vean afectados, decidimos que lo mejor es no participar en este período de sesiones de la Asamblea General”, precisó entonces en su comunicado.
La oficina de Guaidó indicó que no se trató de “una decisión fácil”, si bien la tomó “teniendo como prioridad a los venezolanos, para que continúen contando con una voz y una representación en la OEA” que defienda sus derechos.
Expuso, asimismo, que una delegación del chavismo defenderá “las violaciones sistemáticas de los derechos humanos de los venezolanos] apelando al pretexto de una supuesta interferencia en asuntos internos y fórmulas obsoletas de soberanía absoluta”.
El gobierno interino de Guaidó recalcó que, en los últimos tres años, participó en tres períodos de sesiones de la Asamblea General del organismo hemisférico y comunicó a sus Estados miembro “las actuaciones del régimen de Nicolas Maduro que violentan el Estado de Derecho, así como de las violaciones graves y sistemáticas a los derechos humanos”.
El anuncio de la inasistencia del delegado opositor Gustavo Tarre a la reunión de Lima ocurre un día después de que el gobierno de Antigua y Barbuda presentara ante el Consejo Permanente de la OEA un proyecto de resolución para revocar la aceptación de un representante permanente designado por la Asamblea Nacional venezolana de 2015.
Según indicó la misión de Antigua y Barbuda, su moción cuenta con el apoyo de 10 naciones: Bahamas, Barbados, Belice, Bolivia, Dominica, Granada, México, Santa Lucia, San Vicente y las Granadinas, y Trinidad y Tobago. La reunión de la OEA se extenderá hasta el viernes 7 de octubre.
El despacho de Guaidó, por su parte, se declaró convencido este martes de que los trabajos de la OEA en Lima son “de gran importancia para la región y se deben llevar a cabo libres de distracciones ajenas a la agenda y el temario de la Asamblea”.
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