Este miércoles 11 de enero, fecha en que se celebra el Día de la Educación en Nicaragua, el régimen de Daniel Ortega sigue teniendo muchas deudas con el magisterio nacional, empezando por el pírrico salario que apenas alcanza para comprar algunos productos de la canasta básica, sumado a las condiciones laborales con las que laboran en los centros educativos públicos.
A finales del 2022, durante el último semestre del año escolar, el profesor “Juan” en muchas ocasiones iniciaba a impartir sus clases en un instituto con pocos alumnos en su salón de clases, y no era precisamente porque había baja matricula o porque los alumnos se ausentaban. Lo inexplicable es que muchos de sus estudiantes, aunque asistían a su centro de estudios, no entraban a clases y preferían quedarse por ahí jugando o entretenidos con sus amigos.
Esta situación es recurrente en muchos colegios públicos de Nicaragua, mientras las autoridades educativas de cada centro están prácticamente obligadas a hacer hasta lo imposible por no aplazarlos, y si es necesario les ponen a hacer «trabajos especiales» para que puedan aprobar la materia que llevan con baja puntuación.
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“Nada tenemos que celebrar en este día, porque nosotros recibimos una presión tal que ni siquiera nos dejan que nos reunamos entre profesores en los momentos libres, nos dicen que está prohibido las reuniones, no sé a qué le temen, vivimos en constantes capacitaciones que nos abruma el tiempo, cuando apenas ganamos 8, 600 pesos al mes, pero sí, nos exigen que participemos de las actividades políticas del partido de gobierno”, asegura el docente.
Un sistema educativo politizado
Una docente de Managua que también prefiere el anonimato, considera que el sistema educativo en Nicaragua no cuenta con un método eficaz del proceso enseñanza-aprendizaje, sumado a la preparación monótona de los docentes, además de la falta de recursos y material pedagógico, y la politización en los salones de clases.
“Los alumnos pierden muchas horas de clases porque son llevados a las actividades políticas, y los maestros tenemos que acompañarlos y eso genera descontento tanto entre los docentes como el alumnado, pero lo más grave es la aprobación automática de los alumnos, incluso muchos niños llegan a sexto grado sin tener siquiera los conocimientos básicos, por eso ahora vemos alumnos que no saben leer ni hacer cálculos matemáticos sencillos”, señala la docente.
Subrayó que cada día se pierde la calidad educativa en donde los bachilleres son funcionales e impera la manipulación política.
“Nos sentimos presionados, ahora nos dicen que en todo problema dentro de las aulas, son los padres de familias quienes siempre tendrán la razón, estamos marginados y acosados, prácticamente tenemos aula por cárcel, porque estamos vigilados por los estudiantes de la FES o maestros afines a ANDEN, a parte que muchos docentes han sido encarcelados y exiliados, hasta asesinado como el caso del profesor Carlos Erick López de Niquinohomo, quien perdió la vida en junio de 2018 en el contexto de la represión gubernamental”, recordó.
Según organismos de derechos humanos, hasta la fecha se registran más de 170 maestros nicaragüenses exiliados, la mayoría se encuentra en Costa Rica y los demás entre España y Estados Unidos.
En diciembre de 2007, la Asamblea Nacional decretó esta fecha como el Día de la Educación “en reconocimiento y conmemoración de que le 11 de enero de 2007 la educación básica y media, fue declarada gratuita y obligatoria”, según se lee en un decreto publicado en la Gaceta de ese año.
Nicaragua Investiga
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