Nicaragua conmemora el Día Nacional del Maestro este jueves 29 de junio en medio de una situación crítica para ese gremio, que denuncia considerables retrocesos en sus derechos laborales, adoctrinamiento político y violaciones de derechos humanos por parte de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Contrario al discurso oficial del régimen sandinista, los docentes nicaragüenses no han mejorado su situación laboral y calidad de vida y con 8 mil córdobas mensuales, continúan recibiendo el salario más bajo de Centroamérica.
La Unidad Sindical Magisterial Nicaragüense denunció en un comunicado una serie de arbitrariedades de las que son víctimas los docentes, como:
- El cierre de comisiones departamentales de carrera docente, que velaban por el respeto de los derechos de los profesionales.
- La consejería de la ruta educativa de consejería escolar, la cual consiste en actividades de espionaje.
- Bachilleratos regalados, en los que los estudiantes son aprobados aún sin estudiar.
- Delegados, directores y subdirectores son nombrados por desempeño partidario.
- La evaluación de los docentes no está reglamentada por sus títulos o años de servicios, sino por su participación en actividades partidarias.
- Anulación de organizaciones sindicales no afines al oficialismo.
- Persecución y encarcelamiento de docentes de la Unidad Magisterial.
- Adoctrinamiento en las escuelas públicas.
Manoseo partidario de la educación
El profesor y exreo político Gabriel Putoy dijo desde el exilio a Nicaragua Investiga, que en este día los docentes nicaragüenses no tenían nada que celebrar y recordó a muchos de sus colegas han sido víctimas de agravio y que actualmente se encuentran en la cárcel, Recordó Carlos Erick López, docente originario del municipio de Niquinohomo, en Masaya, asesinado en el contexto de las protestas de abril de 2018 a manos de la Policía.
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«Ha habido un manoseo partidario de la educación. La educación siempre ha sido apartidaria, aunque estamos claros de que es política, pero sí siempre ha sido apartidaria. No puede ser una buena educación aquella que tenga amordazados los derechos laborales de los docentes, que tiene apresados a sus maestros. Tenemos siete docentes apresados. No puede ser un buen sistema educativo aquel que no permite una libre cátedra en las universidades», aseguró el docente.
Libro de educación pública con propaganda oficialista. Imagen: Archivo Nicaragua Investiga
Sobre la situación laboral, aseveró que con Ortega los maestros se encuentran atados de manos porque no solo no les permite el derecho a la defensa, sino que también «aniquiló» las organizaciones que por ley tienen derechos, como los sindicatos.
«Creemos que el mayor reto y obstáculo que tenemos para el buen desempeño en nuestras funciones es la dictadura de los Ortega-Murillo. Nunca en la historia del país se había visto tanto manoseo, además de que no habíamos visto tanto atropello al ser humano», indicó.
Dieciséis años después de su regreso al poder —los mismos que los gobiernos «neoliberales»—, el régimen sandinista no ha logrado transformar la educación en Nicaragua como lo había prometido en 2006; en su lugar, ha empeorado la calidad educativa con la imposición de propaganda partidaria en las escuelas públicas.
En la actualidad, el régimen de Ortega también ha intervenido las universidades públicas y «abolido de facto» la autonomía universitaria, castigando o premiando a las casas de estudios según su alineación política. Varias universidades privadas, incluyendo católicas, han sido confiscadas y convertidas sumadas a la maquinaria al servicio del régimen.
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