La Provincia Centroamericana de la Compañía de Jesús se pronunció este miércoles sobre la situación que enfrenta la Universidad Centroamericana (UCA), luego que fue acusada por la dictadura sandinista de funcionar “como un centro de terrorismo, organizando grupos delincuenciales”.
La Compañía de Jesús comunicó que “son totalmente falsas e infundadas las graves acusaciones en contra de la Universidad Jesuita de Nicaragua”. Sostienen en el comunicado que la confiscación de facto a la UCA “es el precio por pagar por la búsqueda de una sociedad más justa, proteger la vida, la verdad y la libertad del pueblo nicaragüense”.
La Compañía de Jesús pidió que sea inmediatamente revertida y corregida la drástica medida adoptada por el órgano judicial, que cese la creciente agresión gubernamental en contra de la universidad y “se busque una solución racional en la que impere la verdad, la justicia, el diálogo y la defensa de la libertad de cátedra”.
Expresaron que esta política represiva “está violando sistemáticamente los derechos humanos y parece estar orientada a consolidar un Estado totalitario”, por lo que exigen además que “se le permita a nuestra universidad ejercer su derecho irrenunciable a la legítima defensa en contra de dichas acusaciones”.
La acusación contra la UCA
La UCA emitió un correo este miércoles a la comunicad educativa explicando que el día 15 de agosto, a las 05:29 minutos de la tarde, recibieron Oficio del Juzgado Décimo Distrito Penal de Audiencias Circunscripción Managua, a cargo de la jueza, Gloria María Saavedra Corrales, en el que se les notificó la incautación de bienes inmuebles, muebles, dinero de las cuentas bancarias.
Ante esto, la UCA suspendió a partir de hoy todas las actividades académicas y administrativas, hasta que según ellos sea posible retomarlas de manera ordinaria.
“La prestigiosa labor docente e investigativa ejercida por la universidad durante sus 63 años de existencia ha sido reconocida nacional e internacionalmente, se ha realizado conforme la tradición educativa de la Compañía de Jesús y las orientaciones de la Iglesia católica”, dijo el organismo jesuita.
Responsabilizan al régimen
“Responsabilizamos al Gobierno de Nicaragua de todos los daños en contra del alumnado, del personal docente, administrativo y demás trabajadores-as de la universidad y del patrimonio cultural de dicho país que se deriven de semejante acusación injustificada y de la orden de incautación de todos los bienes inmuebles, muebles y del patrimonio económico de la universidad a favor del Estado de Nicaragua”, escribieron.
A partir de abril de 2018, la UCA tuvo una postura por proteger a las personas que estaban siendo reprimidas por fuerzas estatales y parapoliciales.
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Después, la UCA fue objeto de asedio, acoso y hostigamiento por parte del régimen.
Algunas presiones fueron mediante mecanismos como la no extensión de certificaciones necesarias para su funcionamiento de parte del Ministerio de Gobernación, Consejo Nacional de Evaluación y Acreditación (CNEA) y el Consejo Nacional de Universidades (CNU), este último la excluyó de las universidades beneficiarias del 6 por ciento destinado a la educación superior.
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