Este lunes 27 de noviembre arrancó el período de prematrícula en la Universidad Nacional Casimiro Sotelo Montenegro (UNCSM), que funciona en las instalaciones de la cancelada y confiscada Universidad Centroamericana (UCA), y sorprendió que entre los requisitos solicitados está el certificado de conducta, también llamado récord de policía.
Según declaraciones de Alejandro Genet, rector de dicha universidad, el período de prematrículas se extiende desde este 27 de noviembre hasta el 6 de diciembre. Adicionalmente establecieron un tiempo extraordinario del 11 al 16 del último mes del año.
Los jóvenes que deseen estudiar en esa universidad deberán presentar además del certificado de conducta, una copia de cédula, el diploma de bachiller y otros documentos.
La Universidad Casimiro Sotelo ofrecerá 2 mil 400 cupos a igual número de estudiantes que apliquen a las 15 carreras que ofrece, las cuales estarán distribuidas en turnos matutino y vespertino.
El pasado lunes 20 de noviembre, la nueva universidad abrió sus puertas luego de un acto oficial en el que primaron banderas sandinistas. Se espera que el 15 de enero de 2024 inicien las clases para estudiantes de reingreso y nuevo ingreso.
Dificultades para hacer funcionar a la UCA
Tras la confiscación de la UCA, al régimen le ha sido muy difícil poner en funcionamiento las instalaciones de una de las universidades más grandes del país. En su intento ha fracasado en tres ocasiones, por lo que se vio obligado a posponer el inicio de matrículas y clases.
En las fotografías compartidas por los medios oficialistas, se observan vacíos los salones donde se realizan los procesos de prematrículas, un escenario completamente diferente de cuando los jesuitas eran los que administraban la UCA, tiempos en los que miles de estudiantes abarrotaban la casa de estudios en búsqueda de cursar una carreras.
El régimen canceló la personería jurídica de la Universidad Centroamericana el 18 de agosto de 2023, posteriormente la confiscó y tomó posesión, anunció un nuevo nombre y ubicó en el cargo de rector al sandinista Alejandro Genet.
La confiscación de la UCA dejó a miles de estudiantes en el limbo, y con especial zozobra a quienes habían culminado su plan de estudios y estaban en proceso de titulación. La semana pasada varios exalumnos acudieron a la Casimiro Sotelo para continuar con su proceso y poder tramitar su diploma.
Una situación similar a los estudiantes, vivieron los trabajadores de la UCA, muchos de ellos se quedaron sin empleo y con la promesa de una llamada para indicarles si serían reubicados en sus puestos o despedidos.
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