Un informe sobre pobreza del aprendizaje publicado recientemente por la Unesco y el Banco Mundial deja a Nicaragua con las peores notas en comprensión lectora, es decir; los niños y niñas logran leer, pero no entienden de qué trata el texto que leen.

79 de cada 100 niños que aprueban la primaria tienen esta dificultad de aprendizaje. La situación es preocupante y refleja la crisis de la educación que enfrenta el país.

«Esto es 27 puntos porcentuales peor que el promedio de América Latina y el Caribe y 18 puntos porcentuales peor que el promedio de los países de ingresos medianos bajos», indica el informe.

Las dos organizaciones encargadas de arrojar estos datos señalan la importancia de que los países alcancen altos indicadores en términos educativos.

«Esta crisis de aprendizaje amenaza los esfuerzos de los países por desarrollar capital humano y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), socavando el crecimiento sostenible y la reducción de la pobreza», manifestaron.

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Educación politizada

Desde que el Frente Sandinista retomó el poder en 2007, expertos en temas educativos han advertido sobre el deterioro de la calidad de la educación, lo cual se debe principalmente a la politización del sistema educativo, y se refleja en libros de texto que exaltan la imagen de Daniel Ortega, Rosario Murillo y otros personajes del sandinismo.

Pero las denuncias de profesores, como la hecha por Juan Ramón García en 2019, y que le costó su puesto de docente en una escuela pública por oponerse a llevar  sus estudiantes a un acto político del Frente Sandinista en la Rotonda Hugo Chávez, apuntan a que se «canjean» las notas por participar en este tipo de mítines partidarios.

«El negarme fue motivo suficiente para que el gobierno considerara que yo era una persona nociva y a los tres días prescindieron de mis servicios», dijo el profesor para un reportaje de Nicaragua Investiga publicado en ese momento.

Debido a la decadencia de la calidad educativa, el régimen hace intentos por ocultar las estadísticas que reflejan la realidad del sistema. La Unesco y el Banco Mundial señalan que desde el año 2015 Nicaragua no aplica a las pruebas de medición de comprensión lectora y de matemáticas, por lo que para calcular el promedio que revelaron tuvieron que basarse en métodos de medición global.