La Fundación Violeta Barrios de Chamorro (FVBC), no se someterá a la Ley de Agentes Extranjeros, que aprobó recientemente el gobierno de Daniel Ortega, informó este viernes la organización.
«La Fundación Violeta B. Chamorro, comunica al pueblo de Nicaragua, a la comunidad internacional, organismos de derechos humanos y prensa nacional e internacional, que ante la aprobación y vigencia de la Ley de Agentes Extranjeros y su normativa, su Asamblea de Miembros y Consejo Directivo han decidido suspender operaciones» dice el comunicado enviado a los medios.
Para la FVBC la Ley de Agentes extranjeros es inconstitucional y «violatoria de todo principio de libertad de organización» y por tanto «no acepta la pretendida imposición de registrarse como Agente Extranjero».
De acuerdo a la FVBC, «el pretexto de salvaguardar la soberanía y seguridad nacional que se invoca en tal ley, es improcedente, puesto que ya está asegurada por otras leyes, en el marco jurídico nacional».
Por su parte, Cristiana Chamorro, quien renunció a inicios de año a la dirección y presidencia de la FVBC, declaró, en una conferencia de prensa esta mañana, que la administración sandinista está «asesinando a la sociedad civil».
«El gobierno está asesinando a la sociedad civil, está asfixiando a organizaciones como esta que defienden el periodismo libre» declaró Cristiana Chamorro.
«La resistencia cívica se va a imponer contra la monstruosidad, hecha ley, Nicaragua esta de luto cívico por el cierre de fundación. Dictadura asesina a la sociedad civil. No aceptamos a que nos traten como extranjeros en nuestra tierra» agregó.
La FBVC es una organización civil nicaragüense que desde hace más de 20 años promociona con rigurosidad la libertad de expresión, el acceso a la información pública, la defensa de los derechos humanos y la promoción de iniciativas ciudadanas por el bien común
Cierre de FVBC se suma al de otras organizaciones
El cierre de operaciones de FVBC se suma al de PEN Nicaragua, una organización dirigida por Gioconda Belli, que el jueves anunció la «suspensión por tiempo indefinido» de sus operaciones.
Según Belli, la ley de Agentes Extranjeros, con sus infinitos requisitos que requerirían un personal «del que carecemos, sólo se aplica en nuestro caso por suscribirnos a los ideales y las propuestas éticas de PEN Internacional. PEN no nos impone un determinado modo de funcionar, ni existe otra vinculación más que la de formar parte de este tejido internacional de centros culturales y de apoyo a la labor de los escritores» comentó la escritora en una carta abierta publicada en el medio digital Confidencial.
La Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), también ha denunciado trabas por parte del gobierno de Ortega a la hora de registrarse como «agente extranjero». El secretario ejecutivo de esta organización, Marcos Carmona, denunció la «burocracia» del Ministerio de Gobernación (Migob), al momento del registro.
El Migob «ha puesto trabas burocráticas a la CPDH para registrarse como “Agente Extranjero” conforme las leyes represivas del régimen que califica de esto modo a toda persona u organización de la sociedad civil que recibe fondos del extranjero para su funcionamiento» dijo Carmona en declaraciones registradas por el medio Literalni.
La Asamblea Nacional de Nicaragua aprobó el pasado 15 de octubre de 2020 la Ley de Regulación de Agentes Extranjeros, la cual viene a coartar el ejercicio de los medios de comunicación independientes y la labor de muchas Organizaciones No Gubernamentales (ONG).
La ley fue aprobada por el plenario por la aplanadora de la bancada del Frente Sandinista con 70 votos a favor, 17 en contra y 4 abstenciones.
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