Este 9 de diciembre Daniel Ortega rompió relaciones con Taiwán cuando todo parecía ir viento en popa. La pequeña y rica nación asiática había practicado hasta el momento la “diplomacia de la chequera” y el régimen sandinista parecía complacido con los millones de dólares que fluían de parte de un aliado de Estados Unidos.
Esta es la segunda ocasión en que los sandinistas rompen relaciones con Taiwán. La primera vez fue en 1985 cuando en el marco de la guerra fría la dictadura militar del FSLN reconoció a la China comunista. Cinco años después, el gobierno de Violeta Barrios retomó relaciones de Taiwán. En el 2007, Ortega retomó el poder, pero dejó a un lado el tema ideológico y más bien estrechó la cooperación con los taiwaneses.
Comercio bilateral
Al año siguiente se dio un nuevo impulso cuando Nicaragua y Taiwán suscribieron un Tratado de Libre Comercio (TLC).
En la relación entre ambos gobiernos, Taiwán ganaba poco económicamente, ya que cercada por China, lo que buscaba era apoyo diplomático. En el caso de la empobrecida Nicaragua, tanto en materia de donaciones, cooperación y comercio, era visiblemente la ganadora.
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Por ejemplo, en el 2020, según la Aduana de Taiwán, se registró un récord histórico en el comercio bilateral al alcanzarse US$166,370,210, es decir, un 14.03% más en comparación con el 2019. De ese total, US$143,504.730 correspondieron a las exportaciones de Nicaragua hacia la isla. Las importaciones de Nicaragua desde Taiwán fueron solo de US$22.8 millones.
En el 2007, previo a la firma del TLC entre ambos países, el comercio bilateral era de 51.97 millones. De acuerdo a la Oficina de Comercio Exterior de Taiwán.
El gobierno taiwanés era igualmente un gran cooperante de Nicaragua, al financiar 27 proyectos en áreas de producción de alimentos, cultivos de frutales y cría de cerdos, alcanzando un valor de entre 30 millones y 50 millones de dólares, de acuerdo a un reporte de la agencia EFE, que cita datos oficiales del régimen sandinista.
Tras la represión de las protestas antigubernamentales del 2018, Taiwán, carente de apoyo diplomático, no le dio la espalda a Ortega, como hicieron otros países cooperantes. En diciembre del 2017 el embajador de Taiwán Jaime Chin Mu Wu, manifestó que la cooperación de su país con Nicaragua había ascendido ese año a más de 10 millones de dólares.
Taiwán incluso donó más de 30 millones de dólares para construir en nuevo estado nacional de beisbol de Managua, sin embargo, los fondos fueron desviados en el 2015 por el gobierno para construir viviendas de interés social para familias afectadas por desastres naturales.
En agosto del 2018 El Salvador rompió relaciones diplomáticas con Taiwán y las estableció con China. Inmediatamente, el gobierno taiwanés trasladó hacia Nicaragua seis proyectos que tenía en El Salvador y que representaban 2.9 millones de dólares.
Polémicas donaciones a la Policía
En julio del 18 provocó tremenda indignación entre los nicaragüenses cuando donó 300 mil dólares a para dotar de uniformes a la Policía, considerado el principal brazo represor de Ortega. En diciembre, volvió a desatar la polémica, cuando donó 3 millones de dólares para ampliar el hospital de esa institución.
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Ya para el año 2020, la cooperación de Taiwán ascendió a 27.9 millones de dólares.
Es que Taiwán fue sobradamente comprometido con su apoyo a Ortega. Por ejemplo, para el Presupuesto General de la República 2021 le prometió 216.45 millones de córdobas, sin embargo, para junio pasado, según, el informe de ejecución presupuestaria, ese apoyo comprometido había ascendido a 875.86 millones de córdobas, de acuerdo a un reporte del diario La Prensa. De ese monto, 627.09 millones ya habían sido entregados y 248.77 millones estaban pendientes.
Y es que hasta hace muy poco todo parecía marchar sobre rieles entre los dos gobiernos. Por ejemplo, el 7 de abril de 2021 firmó un convenio de cooperación para apoyar un Proyecto de Economía Creativa en Nicaragua (PROCREATIVA), el cual es dirigido por Camila Ortega, una de las hijas de Daniel Ortega.
Jaime Chin Mu Wu, embajador de Taiwán hizo púbicas muchas donaciones la Policía, aún después de la represión de 2018. | Foto: Prensa oficialista.
A lo largo de los meses, la cooperación continuó y por ejemplo el 21 de octubre ratificó su apoyo económico a Ortega, cuando donó 2.7 millones de dólares al Ministerio de Salud (Minsa).
Taiwán se perfiló igualmente como un importante apoyo en la lucha contra el COVID-19, donando máscarillas, batas, equipos y dinero en efectivo. Por ejemplo, el 3 de noviembre donó 1 millón de dólares al Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (Sinapred), para el proyecto de Atención Alimentaria a Familias afectadas por la pandemia.
Más recientemente, el 3 de diciembre donó 960 mil dólares al “Programa de Merienda Escolar», uno de los programas emblemáticos del gobierno.
Ortega despreció una «larga amistad»
Al conocer que el régimen Ortega les había dado la espalda, la decepción taiwanesa fue más que evidente. «Una larga amistad y exitosa cooperación que beneficiaba a ambos pueblos fueron despreciados por el Gobierno de Ortega. Taiwán permanece indoblegada y continuará siendo una fuerza para el bien en el mundo», expresó el Ministerio de Exteriores de Taiwán en su cuenta de Twitter.
It’s with great regret we end diplomatic ties with Nicaragua. Long-standing friendship & successful cooperation benefiting the people of both countries were disregarded by the Ortega government. Taiwan remains unbowed & will continue as a force for good in the world.
— 外交部 Ministry of Foreign Affairs, ROC (Taiwan) ???????? (@MOFA_Taiwan) December 9, 2021
Ortega se alinea con intereses geopolíticos de China
En el escueto comunicado con el que el régimen Ortega desecha a Taiwán, no explica qué pasará con los programas y proyectos sostenidos con los millones de dólares y el apoyo técnico de la cooperación taiwanesa y mucho menos el impacto que tendrá en las comunidades.
Todo indica que los intereses de Ortega están centrados en alinearse con el bloque geopolítico con el que se siente más a gusto y no le pone condiciones en cuanto a respeto a los derechos humanos.
«Ortega pretende realinearse geopolíticamente con los países con los en los que se identifica como aliados a nivel global», manifestó la opositora Alexa Zamora.
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