La imagen de un sonriente hombre barbudo que vestía de saco y corbata fue visto en la toma de posesión de la dupla Daniel Ortega y Rosario Murillo. El sujeto es Mohsen Rezai, un alto jerarca militar iraní señalado de organizar y llevar a cabo varios atentados terroristas.
Rezai fue comandante de la milicia Guarda Revolucionaria y encabezó el primer ataque terrorista en la Argentina, cuando una furgoneta cargada de explosivos se estrelló en la embajada israelí, en 1992. En ese atentado murieron al menos 29 personas y más de 200 resultaron heridas.
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Otro de los hechos que más pesa sobre los hombros del militar, fue un segundo ataque en ese mismo país. Hizo estallar la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), dejando 85 muertos y 300 heridos. El hecho ocurrió el 18 de julio de 1994.
En la causa judicial por el atentado a la AMIA, hay varios acusado, entre ellos al que funge como Ministro del Interior de Irán, Ahmad Vahidi, de integrar el selecto grupo de “inteligencia que sometió a evaluación la propuesta de atentar contra nuestro país”. Por otra parte, un juez argentino ordenó la captura de nueve iraníes, entre ellos el entonces presidente de ese país, Hashemi Rafsanjani. También al excomandante de la Guardia Revolucionaria, Mohsen Rezai.
Atentando en la sede de la AMIA, donde murieron 85 persona. Foto | Cortesía
Su hijo confesó que era terrorista
Ahmad Rezai, hijo mayor del jerarca militar y desertor iraní, declaró que la decisión de llevar adelante el ataque contra la embajada israelí en Argentina, había sido tomada por el entonces presidente iraní Rafsanjani, y sus principales ministros.
Ahmad reveló que los perpetradores del atentado fueron entrenados en el Líbano por oficiales de la Guardia Revolucionaria iraní, que dirigía su padre. Ahmad escapó de su casa paterna en 1998, cuando tenía 22 años. Aterrizó en los Estados Unidos con visa de refugiado político.
Atentado en la embajada israelí en Argentina. Uno de los señalados es Mohsen Rezai. Foto | Infobae
Tiempo después, el joven se fue a Costa Rica para reunirse con un amigo de su padre, que intentaba persuadirlo de que regresara a Irán. En 2005, el joven se arrepintió y regresó a Irán. Mohsen Rezai, su padre, había declarado le correspondería el tratamiento de un traidor; pero no fue detenido.
Durante su estancia en Irán declaró que todo lo que había dicho en Estados Unidos era falso. Ahmad Rezai apareció muerto en el Hotel Gloria de Dubai. Tenía 35 años. Lo primero que se dijo fue que había sido un suicidio y luego, un asesinato.
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Uno de los más buscado por la justicia internacional
El jerarca militar es uno de los más buscados por Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol); con la etiqueta de alerta roja, lo que significa que puede ser detenido en el exterior. Pero esto no es un problema para el hombre que frecuenta viajes diplomáticos y su exposición pública, como la del 10 de enero en Nicaragua, donde compartió el acto con Daniel Capitanich, embajador argentino.
Patricia Bullrich, una política argentina que preside el partido Propuesta Republicana (PRO), escribió en Twitter: “¡El precio de apoyar dictaduras! Capitanich, en la asunción de Ortega en Nicaragua, junto a un acusado iraní por el atentado a la AMIA”.
“Luchamos cuatro años para mantener esas alertas y ahora las ignoran. El Memorándum de Entendimiento con Irán fue una herramienta de impunidad”, agregó Bullrich. La Interpol destaca en su leyenda a Rezai de cometer “homicidio calificado, doblemente agravado”, por cometer odio racial o religioso en perjuicio de 85 víctimas fatales.
¡El precio de apoyar dictaduras! Capitanich, en la asunción de Ortega en Nicaragua, junto a un acusado iraní por el atentado a la AMIA, con alerta roja de INTERPOL. Luchamos 4 años para mantener esas alertas y ahora las ignoran. El Memorándum fue una herramienta de impunidad.
— Patricia Bullrich (@PatoBullrich) January 11, 2022
La cancillería de Argentina declaró que su “presencia en Managua constituye una afrenta a la justicia argentina y a las víctimas del brutal atentado terrorista” contra la AMIA. El gobierno argentino exigió en un comunicado a las autoridades de Irán que contribuyeran con la detención de Rezai, “permitiendo que las personas que han sido acusadas de participar del atentado contra la AMIA sean juzgadas por los tribunales competentes”.
El presidente de la Asamblea Nacional, Gustavo Porras, recibió la visita del exmilitar, quien comentó “apreciar la lucha del pueblo de Nicaragua por la defensa de la soberanía, la paz y la prosperidad de la nación, que es el mismo frente de lucha del pueblo de Irán”.
Mohsen Rezai junto al volcánico Gustavo Porras, presidente de la Asamblea Nacional. Foto | Prensa oficialista
Candidato a presidente
Rezai tuvo un rol activo en la política iraní. En 2009, fue candidato conservador a presidente. En agosto de 2021, el presidente de Irán, Ebrahim Raisi, lo nombró vicepresidente de Asuntos Económicos. Fue en ejercicio de ese cargo que viajó a Nicaragua para representar a Irán en la toma de posesión del caudillo sandinista.
Además, es secretario del Consejo de Expedición del país islámico y está considerado como un político de primer orden y funge como asesor del líder supremo, Alí Khamenei.
El jerarca iraní se desempeñó desde 1997 como secretario del Consejo de Discernimiento de los Altos Intereses de Irán. Se sabe que del jerarca dependía la Fuerza Al-Quds, señalada por testigos del caso AMIA, como la más secreta de las organizaciones militares y aquella donde se planificaban los atentados en el exterior.
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Rezai no oculta su odio y su intención de acabar con Israel. Ha dicho públicamente que se debería “arrasar con Tel Aviv”, una ciudad situada en el país islámico. Estas declaraciones las dijo luego de un golpe que se asestó sobre la estructura terrorista internacional iraní: la muerte de Qassem Soleimani, quien era un máximo jefe militar en Irán y cerebro de las operaciones del régimen fuera de su territorio.
“No debería tener ninguna duda al respecto. Seguro que arrasaríamos Tel Aviv. Hemos estado buscando un pretexto así”, apuntó en ese momento el exmilitar que hoy tiene 68 años.
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