Rosario Murillo volvió a la carga contra sus opositores, reavivando el discurso contra obispos de la iglesia católica e incitando a sus fanáticos a acusarlos por cometer actos de terrorismo.
En su alocución del medio día del lunes, Murillo mencionó que son «un pueblo sano de alma» y que «cualquier asunto de perversión aquí no pasa», en referencia a las protestas de abril del 2018.
Murillo invitó a sus seguidores a acusar a la oposición de terroristas, y esta incidencia se realiza en un contexto en el que más de 50 opositores han sido declarados culpables por los supuestos de lutos de conspiración, menoscabo a la integridad nacional, y lavado de dinero. Entre los opositores sentenciados están varios ex aspirantes presidenciales que fueron detenidos previo a las elecciones del año pasado.
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«Ni perdón ni olvido para los masacradores de la paz, de la concordia, y del pueblo (…) por eso decimos: yo acuso, nosotros acusamos, vos acusás, todos acusamos a los terroristas cómplices del terrorismo yankee», dijo Murillo.
La segunda del Frente Sandinista y mano derecha de Ortega, dijo a sus fanáticos que acusen a quienes consideren que han cometido crímenes de lesa humanidad «que contribuyeron a esa explosión infernal maligna (abril 2018)».
Hay antecedentes
Situaciones como estas, donde seguidores del gobierno sandinista acusan a opositores ya se han registrado con anterioridad en la coyuntura actual y han habido personas detenidas por esta causa.
En diciembre del año 2018, personas tildadas por medios oficialistas como «víctimas del golpismo» acudieron al Ministerio Público, acusando a Miguel Mora, entonces director del canal televisivo 100% Noticias, de ser responsable de la muerte de varias personas por «promover el odio» desde su medio de comunicación. Entre quienes lo acusaron se encuentra la esposa del desaparecido sandinista Bismarck Martínez. Días más tarde, Mora fue detenido durante un allanamiento a las oficinas de su canal que, quedaron bajo custodia policial y posteriormente fueron expropiadas.
Por supuesto, Murillo desaprovechó la oportunidad para criticar a los obispos que estuvieron apoyando a los manifestantes durante protestas y barricadas en diferentes partes del país. La vice mandataria, acusó, sin mencionar nombres, a «quienes se llamaban pastores que mandaban a echar a los escusados a los policías que estaban quemando vivos».
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