Este viernes el nuevo embajador de Colombia, León Fredy Muñoz, entregó sus copias de estilo ante el canciller sandinista Denis Moncada, como parte del acercamiento que busca tener la administración del izquierdista Gustavo Pedro con el dictador nicaragüense Daniel Ortega, también de tendencia de izquierda.
León Fredy Muñoz, entre abrazos y sonrisas con el canciller Moncada, se mostró muy contento del recibimiento.
«Es un honor estar acá, he sido muy bien recibido la verdad. Desde el primer momento que me bajé del avión, muy amablemente los funcionarios que ahí estaban me recibieron con los brazos abiertos y esa es la manera de esta nueva mirada», dijo el diplomático.
«Hoy tenemos un nuevo gobierno. Desde el 7 de agosto tenemos un nuevo gobierno en nuestro hermoso país, Colombia. Y la orientación de nuestro presidente Gustavo Petro es tejer las relaciones, reconstruir las relaciones», subrayó Muñoz.
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No «injerencia» en «asuntos internos»
Sin embargo, en la ceremonia Moncada le recordó el «principio» que exige el régimen sandinista de «no intervención» en los «asuntos internos» del país.
«Indudablemente, hay que seguir fortaleciendo relaciones entre dos pueblos hermanos y expresarle que siempre nosotros en nuestra política exterior, nos preocupa y nos ocupa siempre mantener relaciones, fortalecer relaciones, teniendo en cuenta la Convención de Viena, fundamentados en la Convención de Viena, en los principios y fundamentos del derecho internacional, de la Carta de las Naciones Unidas, esos respetos sagrados para nuestros países de no injerencia en los asuntos internos, de igualdad soberana entre los Estados», refirió Moncada.
El fracaso de Petro con presos políticos nicaragüenses
Hay que recordar que en septiembre pasado se confirmó que el gobierno de Gustavo Petro gestionó la liberación de presos políticos en Nicaragua, sin embargo, los esfuerzos fueron infructuosos.
En una entrevista con WRadio, de Colombia, el canciller de ese país, Álvaro Leyva, criticó fuertemente al régimen Ortega.
“Lo que está sucediendo (en Nicaragua) ya es el colmo. Se presentó una coyuntura porque interpretamos que era el momento de llamarle la atención al señor Ortega… de que las cosas de orden público no se pueden tratar a patadas, metiendo a los amigos en la cárcel, acabando con todas las asociaciones nacionales defensoras de derechos humanos. Esto ha sido una barbaridad”, subrayó el diplomático.
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