Tras el operativo de persecución, acusación penal y confiscación contra el potentado empresario Piero Coen Ubilla, hay una «actuación mafiosa» del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, según el economista y analista político Enrique Sáenz.
«Las confiscaciones fueron adoptadas como una política oficial de castigo de parte del régimen, pero también de robo y en un primer momento fueron actos aislados, actos encubiertos, pero ahora ya lo hacen de manera desembozada”, criticó.
La mañana de este 23 de junio patrullas de la Policía al servicio de la dictadura, allanaron la vivienda de Coen en Las Colinas y el complejo residencial Viejo Santo Domingo en Managua.
También ya tiene un caso penal en el Juzgado Noveno Distrito de lo Penal de Audiencia, a cargo de la judicial Karen Vanessa Chavarría Morales. Piero Coen Ubilla aparece como acusado sin detención y el Estado de Nicaragua y la sociedad nicaragüense como “víctima/ofendido”.
Confiscación a Piero Coen es una «guerra anunciada» contra empresarios
“Nicas pagarán confiscaciones”
Sáenz recordó que el pueblo nicaragüense sigue pagando las consecuencias de las confiscaciones de los años 80. “Por eso es el pueblo nicaragüense el que debe estar consciente que tenemos que acelerar el paso porque mientras más tiempo permanezca la mafia en el poder, más pesada, más onerosa va a ser la herencia que nos va a dejar con las confiscaciones”, señaló.
Agregó que la acción del régimen contra el empresario no abona en nada a un clima de inversión que tanto necesitan los nicaragüenses para obtener empleos.
“La política impuesta por la dictadura lo que está haciendo es provocando la mayor tragedia social de nuestra historia… es resultado del fracaso económico y social de la dictadura. Este tipo de medidas lo que hacen es agravar la situación, qué inversionista grande, mediano o pequeño, que inversionista extranjero o nacional va a arriesgarse”, explicó el economista.
«Operación pinzas»
La persecución contra el empresario se da luego que el vocero y propagandista de la dictadura, William Grigsby, advirtiera que la dictadura se lanzaría contra otros empresarios en Nicaragua a quienes señala de “traición a la patria” por supuestamente apoyar las protestas antigubernamentales del 2018.
Ante las amenazas de William Grigsby contra empresarios como Piero Coen, Ramiro Ortiz y Carlos Pellas, el economista y analista político Enrique Sáenz apuntó que “todos los nicaragüenses tenemos que preocuparnos y también los destinatarios de esta amenaza”.
“Me parece que es una especie de ‘operación pinzas’, la mafia en el poder ha acumulado y acumula todos los días cuantiosos recursos líquidos como resultado de su negocio en la electricidad, negocios fraudulentos con el oro, en el combustible. La economía de Nicaragua no tiene capacidad para absorber esa cantidad de dinero y como ellos en realidad son mafiosos no invierten, no vemos ese dinero convirtiéndose en inversiones, en plantas industriales, en desarrollo agropecuario. Lo que no pueden sacar, por ejemplo, con sus vínculos turbios con Irán, buscan cómo colocarlos internamente”, explica Sáenz.
Robos al estilo Corleone
El economista compara las acciones del régimen liderado por Daniel Ortega y Rosario Murillo con las operaciones de robo que realiza Vito Corleone, el personaje ficticio y uno de los protagonistas de la novela El Padrino del escritor italoestadounidense Mario Puzo.
“¿A qué me refiero con ‘operación pinzas’?, lo que no se lo roban bajo la cobertura de confiscaciones, se lo roban por la vía de operaciones tipo Vito Corleone: ‘te voy a hacer una oferta que no vas a poder resistir’ y el río viene desde hace tiempo arrastrando piedras que no nos enseñan que han venido con este tipo de chantajes y amenazas, adquiriendo acciones en empresas nicaragüenses rentables, medianas, grandes, comprando el 30 %, 40 % de las acciones bajo la amenaza y la oferta que no van a tener problemas con la DGI, que van a seguir a cargo de la administración, que van a tener la mayor parte de las acciones”, explica Sáenz.
Sin embargo, la malicia y finalidad del régimen no acaban ahí, según el economista, “junto a las acciones públicas como estas hay algunas acciones soterradas destinadas a apoderarse del control de empresas mayoritariamente o con una parte sustancial con capital privado, con empresas privadas de la mafia en el poder”.
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