Cuando Daniel Ortega regresó a la presidencia en el 2007 hizo de la lucha contra la pobreza uno de los principales discursos de gobierno. “Arriba los pobres del mundo”, rezaban gigantescos rótulos gubernamentales. La promesa de campaña había sido “Desempleo Cero” y “Hambre Cero”. Tras casi 15 años en el poder, poco ha variado ese discurso, como tampoco las condiciones económicas de los nicaragüenses en relación a sus vecinos centroamericanos: Nicaragua continúa siendo el segundo país más pobre del hemisferio, y solo la convulsa Haití está peor.
Y es que los nicaragüenses tienen salarios muy bajos, los cuales no les permiten acceder a mejores condiciones de vida.
En la Nicaragua de los Ortega Murillo el salario mínimo promedio mensual es de apenas 6,518 córdobas, algo así como 186 dólares, según el reajuste vigente desde el 1 de marzo del 2021. Pero no todos los sectores económicos devengan el mismo salario, y el de los trabajadores agropecuarios es incluso más paupérrimo, al ubicarse en 4,414 córdobas, equivalentes a 126 dólares.
Salarios en los otros países de Centroamérica
En El Salvador el salario mínimo es de 243 dólares (sector agropecuario), en Honduras 289 dólares (sector agropecuario), Guatemala 364 dólares (actividades de exportación y maquila), en Costa Rica 511 dólares (trabajador en ocupación no calificada) y en Panamá 625 dólares mensuales (en promedio).
En Nicaragua el salario mínimo no ajusta ni para la canasta básica, la cual incrementa de precio cada vez más. Por ejemplo, en diciembre del 2020 se cotizaba en 14,526.34 córdobas, pero en agosto del 2021 se había elevado a los 15,270.59 córdobas, es decir, 434 dólares.
«Nicaragua sigue rezagada en relación a otros países como Honduras o El Salvador, que es con los que nos podríamos comparar, y no digamos ya con Costa Rica, donde se goza de un mejor salario y una mejor calidad de vida», afirma bajo anonimato un economista.
La propaganda gubernamental asegura que el gobierno sandinista vence la pobreza, pero tras 15 años gobernando nada ha cambiado | Foto: Flirck CC
El porqué Costa Rica está mejor que el resto de sus vecinos al norte lo explicaba en el 2019 el presidente del Consejo de Empresarios Iberoamericanos (CEIB), Narciso Casado. «Costa Rica destaca en el entorno latinoamericano por su nivel de renta y desarrollo humano. Costa Rica cuenta con uno de los modelos de gobernanza más desarrollados de la región, además de disponer de marcos institucionales y normativos muy desarrollados”, aseguraba en declaraciones a Forbes Centroamérica.
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Salario mínimo para superar la pobreza, según OIT
De acuerdo a la Organización Internacional del Trabajo (OIT), “la existencia de una remuneración salarial mínima ayuda a garantizar que todos se beneficien de una justa distribución de los frutos del progreso y que se pague un salario mínimo vital a todos quienes tengan empleo y necesiten esta clase de protección».
«Los salarios mínimos también pueden ser un elemento integrante de las políticas destinadas a superar la pobreza y reducir la desigualdad, incluyendo las disparidades que existen entre hombres y mujeres», explica la organización.
Nicaragua con alta tasa de pobreza
Aunque el gobierno de Ortega dice luchar de manera exitosa contra la pobreza y el desempleo, la realidad es con 15 años en el gobierno la tasa de pobreza general sigue siendo alta. La Fundación Internacional para el Desafío Económico Global (FIDEG) indicaba en un informe que en el 2019 «a nivel nacional 44.4% de la población vivía en condiciones de pobreza general y 8.9% en pobreza extrema», con mayor incidencia en el Centro y el Atlántico del país.
FIDEG indica que la «Encuesta de Hogares para Medir la Pobreza en Nicaragua” se realiza desde el año 2009 y que «si bien las mediciones en los primeros años del período mostraron una tendencia hacia la reducción de la pobreza, esa empezó a revertirse a partir del 2015».
El PIB per cápita de Nicaragua es otro índice que refleja las condiciones de pobreza en el país. Este se sitúa en apenas 1,912 dólares. Muy lejos de los más de 12 mil de Costa Rica.
Revertir esta situación es compleja. “Esto no es nada sencillo. Existen una serie de cosas que intervienen en la lucha contra la pobreza, en el mejoramiento de los salarios y por ende en que la gente viva mejor. Estamos hablando de crecimiento económico, productividad, inversión, de políticas públicas, transparencia, gobernabilidad, etc. No es cuestión de discursos, de prometer y prometer. Así no funciona”, afirma el economista.
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Al respecto, dice que las perspectivas de que Nicaragua mejore no son buenas. “Tenemos la crisis sociopolítica, tenemos la pandemia. La pandemia podría pasar, pero nos queda el tema político y como te digo son un montón de cosas que intervienen para que crezca el salario, para que haya una recuperación de la economía”.
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Los salarios «dignos» de los funcionarios sandinistas
Cuando Ortega ganó las elecciones en noviembre del 2006 también prometió acabar con los «megasalarios» que devengaban los funcionarios públicos durante los tres gobiernos neoliberales. Dijo los funcionarios sandinistas solo ganarían «sueldos dignos», pero «no megasalarios».
Sin embargo, pronto empezaron a surgir denuncias en contra de los funcionarios sandinistas. Algunos incluso adquirieron lujosas propiedades con pocos años de gobierno, como fue el caso de Fidel Moreno, Secretario General de la Alcaldía de Managua y cercano asesor de la pareja presidencial. Este en el 2009 adquirió una casa de 300,000 dólares en un lujoso residencial de Managua. Su «salario digno» era de 3 mil dólares, según un reportaje de La Prensa.
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