El triunfalismo del régimen sandinista de ostentar el poder por otros cinco años y haber derrotado los intentos de cambio de la oposición, contrasta con un país donde cada vez cuesta más ajustar para comer.
De acuerdo al último informe del Instituto Nacional de Información y Desarrollo (Inide), la canasta básica alcanzó en diciembre 16,255.38 córdobas. Es decir, se elevó un 8.5% en comparación a los 14,951.40 córdobas que había registrado en enero del 2021.
El costo de la canasta básica (53 productos) equivale a unos 451 dólares, algo muy difícil de costear para la mayoría de nicaragüenses, cuyo salario mínimo promedio mensual es de apenas 181 dólares, y en el caso de los trabajadores agropecuarios aún más bajo: apenas 127 dólares.
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Concretamente la tabla de salarios mínimos en Nicaragua van desde los 4,414.91 córdobas en el sector agropecuario a los 9,880.17 córdobas en el sector construcción, financieros y seguros. O sea, “el mejor salario mínimo no supera los US$ 250 dólares”, indica el economista Óscar René Vargas.
El 10 de enero, cuando tomó posesión junto a su esposa Rosario Murillo, Daniel Ortega, dijo que se inauguraba una nueva etapa, un “borrón y cuenta nueva”, pese a tener ya 15 años supuestamente combatiendo la pobreza y la desigualdad en Nicaragua.
“Vamos adelante queridos hermanos nicaragüenses, construyendo paz para combatir la pobreza, construyendo paz para que puedan haber carreteras y caminos, construyendo paz para que las familias nicaragüenses se sientan seguras, sus hijos se sientan seguros de su trabajo, se sientan seguras de tener una vida digna, dijo asegurando que el que tomaba el poder era el “pueblo presidente”.
Salarios reales estancados
Pero el “pueblo presidente” en general no parece haber experimentado ni una vida más digna ni un salario más digno, y más bien ha visto un estancamiento en ello.
El economista Óscar René Vargas manifiesta que el Banco Central de Nicaragua (BCN) registra que del 2006 al 2021 “en promedio los salarios reales de los trabajadores de la economía formal se elevaron solamente en un 1.0%”.
“Este es un promedio, porque en el sector agrícola, comercio, servicios sociales, entre otros, más bien disminuyeron. No toma en cuenta la situación del 80% de la población que labora en la economía informal”, explica.
Vargas subraya que según el Instituto Nacional de Información y Desarrollo (INIDE), el 62% de la fuerza laboral nicaragüense, unos 2 millones de personas, “se encuentran en condiciones de desempleo, subempleo o en la categoría de trabajadores sin salarios”.
“Las estadísticas del BCN revelan que entre finales del 2007 y noviembre de 2021, el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) perdió 139,792 afiliados, lo que significa más desempleo, subempleo y precariedad laboral”, enfatiza.
Emprendimientos, economía creativa
Sin embargo, mientras los datos hablan de un panorama poco alentador para el nicaragüense promedio, el oficialismo trata de mostrar un rostro agradable de la economía informal, a la cual la matiza eufemísticamente de “emprendimientos”.
Es lo que hacen las personas para sobrevivir ante la incapacidad de la economía formal de generar empleos. Pero Rosario Murillo lo celebra y cada tanto en sus alocuciones en medios de comunicación oficialistas da informes de cómo se abren pequeños negocios. Por ejemplo el pasado lunes dijo que entre el 16 de diciembre y el 15 de enero más nicaragüenses se lanzaron a emprender. “Son 809, con 4,045 nuevos Empleos, en todos los municipios, entre pequeños y medianos emprendimientos, negocios, comedores, ventas, fritangas, tortillerías, panaderías, también talleres de reparación de celulares, talleres de ebanistería, carpintería, construcción (…)”.
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El régimen en los últimos años ha hecho énfasis en promover la economía creativa, y hasta tiene una Comisión Nacional de Economía Creativa, cuya coordinadora general es Camila Ortega, hija del dictador sandinista.
«Emprender no es nada malo. Es un paso necesario cuando no querés seguir siendo un asalariado. El problema está cuando lo hacés porque no tenés otra opción, sin recursos, cuando quedaste desempleado y lo hacés sin planificación. Eso es lo que hemos estado viendo, pequeños negocios de ropa usada, comiderías, pulperías. Son emprendimientos de sobrevivencia, la gente está buscando qué hacer», critica bajo anonimato un analista.
Mientras el régimen sigue recetando economía creativa, las perspectivas de que los salarios mejores para los sectores más desfavorecidos son muy pocas. Leonardo Corea, presidente de la Asociación de Promoción al Desarrollo y Sostenibilidad de Nicaragua (APRODESNI), conformada por grupos empresariales para el vacío dejado por el Cosep en su relación con el oficialismo, dijo que el reajuste salarial para el presente año será de un 3.5 a un 4%.
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