Colombia adelanta una reforma del servicio militar obligatorio en el Congreso, el órgano que tiene la competencia de cambiar esa regla y donde ya fue aprobado el primer debate del proyecto de ley.
La propuesta tiene que pasar por siete aprobaciones más en el Congreso, para un total de ocho debates, según estipula la legislatura del país.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, planteó desde su campaña presidencial la posibilidad de reemplazar el servicio militar obligatorio y sustituirlo por un servicio que no necesariamente deba ser prestado en las fuerzas militares.
La propuesta del ejecutivo fue radicada en el Congreso y busca modificar el artículo 216 de la Constitución Política, que mantiene el carácter obligatorio del servicio militar para los hombres.
La ley actual incluye varias excepciones al servicio militar obligatorio, como la objeción de conciencia y la exoneración de los indígenas y afrocolombianos. Además están exonerados los huérfanos, padres de familia y víctimas del conflicto armado, entre otros.
La nueva norma busca limitar el servicio militar para que sea obligatorio únicamente cuando el país se encuentre en estado de guerra exterior o estado de conmoción interior. Asimismo, dice que uno de los objetivos de este proyecto es la profesionalización absoluta de las Fuerzas Militares. Se espera que cuando se efectúen estos cambios, los jóvenes vean en la Fuerza Pública una opción de vida profesional.
También busca establecer la prestación obligatoria de un «servicio social para la paz» dirigido a trabajos sociales, ambientales y culturales de utilidad pública.
La decisión de cambiar la obligatoriedad del servicio militar ha sido cuestionada por algunos sectores que consideran que a pesar de la firma del acuerdo de paz entre el Estado colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en 2016, aún el país está sumergido en la violencia.
Colombia todavía mantiene confrontación armada con varios grupos, entre ellos el Ejército de Liberación Nacional (ELN), las disidencias de las FARC, el Clan del Golfo y bandas criminales que se nutren del narcotráfico.
“Es una medida acelerada, populista, sin ningún fundamento y contraria a la situación política, económica, social y de seguridad”, dijo a la Voz de América el coronel retirado Luis Alberto Villamarín, quien considera que la medida “privará al país de una seguridad a largo plazo” y que puede llegar a afectar “las reservas actuales del ejército”.
La senadora opositora María Fernanda Cabal también está en desacuerdo con la medida, y dijo que “hay que crear incentivos para garantizar el conocimiento de los reclutas”.
“En Brasil [el servicio militar] es obligatorio, pero solo se incorporan unos mínimos, porque el ejército brasileño es tan fuerte que no necesita incorporar muchachos que muchos no tienen ningún conocimiento en el uso de las armas», puso como ejemplo la senadora. «Entonces sí hay que racionalizar el tema del servicio militar obligatorio, pero no hay que desaparecerlo”, consideró.
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Profesionalizar las Fuerzas Militares
Aida Quilcué, senadora por el Movimiento Alternativo Indígena y Social, está de acuerdo con el proyecto y dijo que el actual servicio militar obligatorio afecta a los jóvenes con menos recursos económicos.
“La labor de las Fuerzas Militares, como se espera, debe ser una labor más social, que contribuya a la paz y la tranquilidad del país. Son la mayoría los hijos de los pobres los que están prestando el servicio militar. En muchas ocasiones en este contexto de la guerra son carne de cañón, y es lo que queremos evitar para seguir construyendo la paz total”, precisó.
El ministro de Defensa de Colombia, Iván Velásquez, dijo en el Congreso que la intención del Gobierno del presidente Gustavo Petro es avanzar hacia la profesionalización de las Fuerzas Armadas.
“Esta profesionalización puede conducir a una mayor efectividad en la prestación del servicio que constitucionalmente están llamadas a cumplir las fuerzas militares”, dijo.
Además, Velásquez dijo que esta nueva profesionalización estará enfocada “en la paz, que contribuya al desarrollo de las comunidades”.
Consultado por la VOA, el analista y profesor de la Universidad del Rosario Mauricio Jaramillo dijo que la idea de la profesionalización de las Fuerzas Militares que puso sobre la mesa el presidente Gustavo Petro se basa en la idea que de la prestación del servicio militar lo hagan quienes buscan seguir una carrera dentro de las fuerzas armadas.
“La idea es que solo hagan parte de las fuerzas militares quienes quieran seguir la carrera: soldados, policías, oficiales, suboficiales y administrativos. Entonces lo que pretende es que no se tenga dentro del servicio gente obligada”, dijo.
Según Jaramillo, “la justificación del servicio militar tiene dos dimensiones, la que plantea la necesidad de contar con un pie de fuerza en un país que ha estado habituado a la guerra, y en segundo lugar, el hecho de crear un sentido de pertenencia frente a las Fuerzas Militares».
«Hoy ninguna de las dos labores se está cumpliendo, y por eso ya han sido varios los gobiernos que han propuesto en el pasado la eliminación del servicio militar, pero ninguno había llegado tan lejos”, agregó.
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Panorama del servicio militar en la región
En Latinoamérica, más allá de Colombia, el servicio militar es obligatorio en México, Guatemala, Cuba, Brasil, Paraguay y Venezuela. En El Salvador, Bolivia y Chile se dispone de la obligatoriedad en caso de falta de reclutas voluntarios o en situaciones de emergencia nacional.
En Argentina, Panamá, Perú, Ecuador, Nicaragua, Honduras y Uruguay aplica la voluntariedad del servicio militar. Costa Rica no cuenta con ejército desde 1948.
Jaramillo cree que con la idea de la “paz total”, el actual gobierno colombiano busca estar en una línea de paz que ha regido en buena medida en los estados de América Latina desde 1970.
Colombia tiene en las Fuerzas Militares, conformadas por el Ejército Nacional, la Fuerza Aérea y la Armada Nacional, a 240.000 efectivos, hombres y mujeres.
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