En medio de las purgas internas, separaciones de espacios de poder y un partido debilitado en sus bases, Daniel Ortega y Rosario Murillo conmemoraron este viernes 23 de junio el 87 aniversario del natalicio del fundador del FSLN, Carlos Fonseca Amador.
Sin embargo, algo que llamó mucho la atención es que lo hizo sin los familiares del guerrillero, muerto en combate contra la Guardia Nacional en noviembre de 1976.
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En la transmisión en directo y en las fotografías divulgadas por el aparato propagandístico fue notoria la ausencia especialmente de Carlos Fonseca Terán, hijo de Carlos Fonseca Amador, quien durante años ha sido un ferviente defensor de la dictadura de los Ortega-Murillo.
El discurso de Ortega fue relámpago y duró a lo sumo un minuto. Por tanto omitió sus temas clásicos como los ataques virulentos a Estados Unidos, Europa, la Iglesia Católica y los grupos opositores. También ignoró que mientras él estaba en el mausoleo a Fonseca Amador, en la Organización de Estados Americanos (OEA) se aprobaba por unanimidad una resolución condenatoria a las violaciones a los derechos humanos en Nicaragua.
Ortega se limitó a depositar una flor, decir unas cuantas palabras sin micrófono frente a miembros de la Juventud Sandinista e inmediatamente desapareció de la Plaza de la República, rebautizada en en 1979 como Plaza de la Revolución cuando los sandinistas tomaron el poder.
El año pasado Carlos Fonseca Terán también estuvo ausente del acto de conmemoración del natalicio de su padre. En noviembre del 2021 sí se le vio en la mesa principal junto a Ortega durante el acto de conmemoración de la muerte de su padre.
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