Coalición Nacional se separa del PLC «hasta que goce de autoridades con legitimidad democrática»

Finalmente la Coalición Nacional, uno de los principales bloques opositores de Nicaragua, separó al Partido Liberal Constitucionalista (PLC), de la organización, tras los más recientes escándalos que agobian a la agremiación política, señalada de estar controlada por Daniel Ortega.

En la reunión que duró más de dos horas, y que por meses fue presionada a realizarse, la Coalición llegó al consenso de «separar y dejar sin efecto a partir de hoy la participación e integración del PLC de la Coalición Nacional hasta que goce de autoridades con legitimidad democrática y las mismas den prueba evidente de la ruptura de sus lazos con el dictador y de su disposición para contribuir a la democratización de Nicaragua».

La expulsión del PLC de la Coalición Nacional se dan en momentos críticos que vive dicho partido, tras la desaforación de la exprimera dama María Fernanda Flores que agudizó la división del partido, el cual se encuentra fraccionado en dos.

«Ya sacamos a toda la cúpula, ninguno quedó», facción de Osuna asegura haber tomado control total del PLC

Temprano María Haydeé Osuna, una de las partes que reclama la dirección del partido dijo que el PLC estaba pasando un proceso de transición que encausaba a la expulsión del caudillo Arnoldo Alemán, quién también se disputa la dirigencia de la organización.

«Merecemos trabajar por una democracia y sacudirnos esa cúpula que ha venido desbaratando la institucionalidad», indicó el diputado Jimmy Blandón, aliado de Osuna en clara alusión a Arnoldo Alemán y sus más cercanos colaboradores, quienes arrastran por años la sombra del pacto con Ortega y un sin fin de acusaciones por corrupción durante una gestión presidencial que fue escrita en la lista de Amnistía Internacional entre las 10 más cuestionables de Latinoamérica.

Salida del PLC reduce presencia de partidos en la Coalición

Con la expulsión del PLC de la Coalición Nacional, el único partido con personería jurídica sería Restauración Democrática (PRD), dirigido por Saturnino Cerrato, un pastor conservador, que corrió como candidato presidencial en comicios pasados.