El gobierno de Colombia, dirigido por Gustavo Petro envía a nuevo embajador a Nicaragua, con órdenes de dialogar sobre asuntos limítrofes con Daniel Ortega, tras un año de tensas relaciones luego que el ahora expresidente Iván Duque, llamara a consultas al entonces embajador, Alfredo Rangel.
El martes el presidente colombiano juramentó al embajador León Fredy Muñoz, que ya tiene el beneplácito de la dictadura sandinista.
Durante el acto de juramentación en la Casa de Nariño (casa presidencial), Petro tachó de un «desastre» la situación de los conflictos limítrofes entre Colombia y Nicaragua.
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“El tema Nicaragua tenemos un desastre, toda esta escuela de abogados ligados al poder en Bogotá fracaso, fracaso estúpidamente, no puedo hablar mucho al respecto, pero construir una estrategia bogotana para defender nuestro derecho marítimo alrededor de San Andrés y Providencia que no es bogotana”, criticó el presidente colombiano.
Años de conflictos limítrofes
Nicaragua lleva años en conflictos limítrofes ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya con Colombia. La primera demanda fue el 6 de noviembre de 2001, cuando Nicaragua pidió una delimitación marítima y reclamó la soberanía del archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Sin embargo, a finales de 2007, la Corte confirmó la soberanía de Colombia sobre estas tres islas.
En en el 2012 la Corte ratificó la soberanía de Colombia sobre las islas y le otorgó a Nicaragua 75 mil kilómetros cuadrados de espacio marítimo.
En noviembre del 2013 demandó por supuestas violaciones de derechos soberanos y espacios marítimos en el mar Caribe. En abril de este 2022, los jueces de la CIJ dictaminaron que Colombia debía «cesar de inmediato» el patrullaje y el intento de controlar las actividades pesqueras y la investigación marítima en partes del Caribe occidental que pertenecen a la zona económica exclusiva de Nicaragua.
Según Petro, la derrota de Colombia en temas de soberanía ante el máximo tribunal internacional, se debió a “la estupidez de la defensa bogotana que desconoció ese tema, que no fue capaz de poner un abogado raizal” que no estuvo suficientemente capacitado para mirar la cultura y la diversidad.
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Debido a esa “derrota”, Gustavo Petro aseguró: “ahora tenemos que dialogar con Nicaragua, lo ordena el tribunal y hay que iniciar el diálogo, restituir los derechos del pueblo raizal sobre el mar, derechos de pesca, derechos de tránsito, derechos de comunicación libre”.
Agregó que “ojalá el pueblo sanandresano sin límites pueda llegar a la costa Mosquitia y el pueblo de la costa Mosquitia llegar sin límites a San Andrés con un libre fluir de los seres humanos de la misma etnia, de la misma cultura, de la misma lengua, de la misma hermandad de sus lazos familiares».
«Ahí hay lazos familiares de siglos, que están cortados por una estupidez diplomática técnica jurídica que no se supo asumir, esos lazos tienen que reconstruirse y el diálogo es lo que puede ahora lograrlo, así que esa es una función suya”, le ordenó Petro a León Muñoz.
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Más de un año sin embajadores
A inicios de agosto pasado, la cancillería nicaragüense habría remitido el beneplácito sobre el nuevo embajador colombiano León Fredy Muñoz, de quien se hizo público el nombramiento el 11 del mismo mes.
Desde julio de 2021 Colombia no tenía embajador en Nicaragua. El entonces presidente Iván Duque, llamó a consultas al diplomático Alfredo Rangel, en rechazo al arresto de opositores ocurrido ese año, lo que calificaron como “la sistemática persecución contra la oposición política, el periodismo y el liderazgo social”.
Un mes después, la dictadura de Ortega llamó a consultas a su embajador en Bogotá. Desde entonces las relaciones entre ambos países se mantuvieron en un punto de tensión hasta la llegada de Gustavo Petro a la presidencia de Colombia.
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