- Roberto Courtney considera que debacle económica, aislamiento internacional y presión social, son las razones que obligaron a Ortega a convocar elecciones supervisadas en 1990 y las mismas que se le presentan hoy.
Por: Jennifer Ortiz | @ortizperiodista/Twitter
#EntrevistasNI
El Grupo Cívico Ética y Transparencia tiene en su agenda desde hace años las reformas electorales. Al principio no parecía ser atractiva para muchos sectores, pero el contexto actual puso el tema entre las prioridades de organizaciones como la Alianza Cívica y la Unidad Nacional Azul y Blanco. Ambos grupos han presentado propuestas para hacer cambios estructurales en el poder electoral y convocar a unas elecciones observadas, transparentes y democráticas.
Sin embargo, no todos parecen convencidos de que sea el momento para hablar del tema, cuando asuntos vinculados a la justicia y libertades ciudadanas siguen vigentes. Para Roberto Courtney las reformas electorales responden a una solución desde la raíz misma del problema, que es falta de democracia.
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-«El tema de las reformas electorales y no abordarlas en realidad es lo que ha causado que tengamos tres procesos electorales presidenciales fallidos en los últimos años, entonces lejos de estar temprano, estamos sumamente tarde», dice Courtney.
Pero… ¿cómo proponer reformas electorales cuando quien decidiría sobre ellas es justamente la persona sobre la cual recae la mayor cantidad de denuncias por violación a derechos humanos y control absoluto de las instituciones públicas?
Courtney reconoce que este es uno de los principales obstáculos, pero también confía en que Ortega como líder político se ha agotado. Ahora mismo se encuentra en un escenario en el que según él, eventualmente le será más beneficioso aceptar elecciones supervisadas, justas y transparentes, antes de enfrentar cualquier otro tipo de proceso.
-«Habrá que encontrar un escenario en el que las elecciones libres sean el menos peor de los escenarios que puede confrontar Ortega, en la medida que haya opciones más atractivas para Ortega, sería natural que las tomara», manifiesta.
Igual que en los 90
Roberto Courtney, Director del Grupo Cívico Ética y Transparencia. Foto: Nicaragua Investiga
Para el experto en temas electorales, Ortega ahora mismo tiene un panorama complejo, un escenario muy parecido al que le obligó a adelantar elecciones en 1990, y a hacerlo bajo una estricta supervisión internacional. Esos factores son básicamente la debacle económica, el aislamiento internacional y el creciente rechazo social.
-«En el 90 Ortega mostró tener un olfato político para hacer la reforma y acomodarse a la circunstancia, de tal manera que somos muchas las personas que creemos que si Ortega, no da las elecciones libres en el 90 y no acepta los resultados, le pudo haber ganado la carrera a la alcantarilla a Gadafi, por 20 años», declara Courtney.
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A su juicio, las cartas que están sobre la mesa de Ortega no le favorecen en el mediano y largo plazo. Courtney cree que puede gobernar con represión por poco tiempo, al final del desgaste, no tendrá más remedio que pensar en lo que es más conveniente para él y los suyos.
«En el 90 bajarse del poder fue requisito para incluso su vigencia dentro del partido e incluso, su vida propia y la de su familiares», advirtió Roberto Courtney.
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