La Asamblea Nacional de Nicaragua derogó este jueves con 70 votos a favor, 0 en contra y 17 abstenciones, la Ley 413, Ley de Participación Educativa, la cual estipulaba la Autonomía Escolar.
La ley había sido aprobada en febrero del 2002 durante el gobierno del expresidente Enrique Bolaños, sin embargo, cuando Ortega regresó al poder en enero del 2007 orientó al Ministerio de Educación (Mined) dejar de aplicarla.
La iniciativa de derogación fue interpuesta por el diputado sandinista José Antonio Zepeda, eterno dirigente del gremio magisterial de Nicaragua.
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“Los gobiernos neoliberales la utilizaron como una herramienta para violentar lo dispuesto en la Constitución Política de Nicaragua, de manera particular lo dispuesto en el artículo 121, ya que amparados en la llamada Autonomía Escolar aprobaron una serie de acuerdos ministeriales con el objeto de cobrarle a los padres y madres de familia la asistencia simulada a los colegios”, argumentó el legislador.
Según los sandinistas, especialistas de la Educación afirman que «este modelo (de autonomía) es una aberración a la educación que se arrastra desde el periodo conservador. Esto demuestra que hay una involución del modelo revolucionario».
Sandinistas arremeten contra gobiernos liberales
Los legisladores oficialistas arremetieron contra los gobiernos de Violeta Barrios, Arnoldo Alemán y Enrique Bolaños culpándolos del analfabetismo y la falta de calidad en la educación en esos períodos.
Eran «gobiernos vampiros», aseguró la diputada sandinista Johana Lira, quien tachó de «mercenarios» a los exministros de educación Humberto Belli y Silvio de Franco. Para la diputada Maritza Espinales el exministro Belli tenía una «mente perversa» al promover la ley.
«Los directores de los colegios de primaria y secundaria se volvieron mercantiles», manifestó por su parte la diputada Nallyris Aragón. «Le estamos poniendo punto final a esa ley», subrayó.
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Durante sus largos discursos en el plenario, los legisladores del FSLN destacaron las supuestas grandes virtudes de la educación bajo el actual gobierno de Daniel Ortega.
Aunque Laura Bermúdez Robleto, también del FSLN, aseguró que para «la educación su mejor etapa y oportunidades fueron las de 1980», durante el primer régimen sandinista, igualmente encabezado por el mismo Ortega.
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