El Observatorio Pro Transparencia y Anti Corrupción publicó recientemente su informe titulado «Covid-19 y opacidad: la fórmula de la muerte en Nicaragua» en el que analizan la respuesta y ejecución del gobierno de Daniel Ortega de fondos públicos y préstamos para atender la pandemia del COVID-19.
El estudio contrasta cómo la administración Ortega Murillo ha propagado el COVID-19 en sus diferentes actividades donde se conglomeran gran cantidad de personas, con la cantidad de fondos que el gobierno ha dispuesto para combatir y contener el virus en Nicaragua y las estadísticas que presenta el Ministerio de Salud (Minsa).
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«Las estadísticas muestran una incidencia más baja que el porcentaje mundial de la pandemia (2%), lo que constituye un milagro médico que rápidamente se cae en pedazos delante de las decenas de testimonios de familiares de víctimas que denunciaron una labor de ocultamiento del Estado, que registró con otras enfermedades las causas de los decesos», exponen.
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El Observatorio Pro Transparencia y Anti Corrupción señaló que hasta septiembre de este año, de los 5,014,700 de córdobas que el Ministerio de Hacienda y Crédito Público destinó para el COVID-19, sólo se ha ejecutado un millón veintinueve mil córdobas, lo que significa un 20.5% de los fondos destinados.
«En Nicaragua todo es opaco, lamentablemente es que el factor de discrecionalidad que, es necesario a veces, se ha convertido en arbitrariedad. No se está publicando la información presupuestaria necesaria ni la relacionada a las adquisiciones que se están realizando en el contexto de la pandemia», señala el informe.
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En el documento también se divulgó que el gobierno de Nicaragua ha recibido millones de córdobas en concepto de préstamo por parte de diferentes entidades económicos como el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), el Banco Mundial (BM), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Interamericano del Desarrollo (BID), préstamos de los cuales en más de un caso faltan más de cien millones de córdobas por ejecutarse, y la organización se pregunta porqué.
De las peores crisis de la región
El Gobierno de Daniel Ortega ha conseguido alrededor de 185.483.150 millones de dólares, según el Observatorio, pero de estos no hay datos que comprueben su ejecución. A pesar que estos fondos se obtuvieron con motivo de la pandemia el gobierno continúa aplicando vacunas, en su gran mayoría donadas por otros países y no compradas, recrimina el Observatorio.
«La crisis de la Covid-19 mostró las debilidades estructurales del sistema de salud nicaragüense, pero también del régimen político gobernante caracterizado por su autoridad, secretismo, violaciones graves de derechos humanos que han causado una grave crisis humanitaria, una de las más destacables de la región», mencionan.
Preocupa la poca transparencia
Para Luis Robleto, uno de los investigadores del Observatorio, uno de los puntos más preocupantes de todo el informe es la poca transparencia que existe entorno a la pandemia del COVID-19 y el impacto que ha tenido en Nicaragua, así como también la poca información sobre la utilización de los fondos.
«Si bien hay datos oficiales creemos que algunos de ellos podrían estar rezagados», explica Robleto, mientras añade que para tener un enfoque más claro sobre la pandemia en Nicaragua han tenido que comparar datos de diferentes instituciones estatales.
Robleto aclaró que lo que se expone en este informe es la respuesta lenta del Gobierno a la pandemia y la poca transparencia, pero que no se habla de malversación de fondos o delito peculado, porque no poseen pruebas para demostrarlo, y por ende desconocen.
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