Este año 2020 es cuando se prevé que las reformas electorales sean realizadas y que estén listas para noviembre de 2021, fecha en que están programadas las elecciones generales que definirán quién será el presidente del país por los próximos 5 años.
La opositora Alianza Cívica junto a la Unidad Nacional Azul y Blanco presentaron en diciembre del 2019 un paquete de reformas electorales que habrían sido consensuadas por los miembros de ambas organizaciones.
Esta propuesta de reformas contempla cambios a la Constitución Política del país en materia electoral que permitirían a la sociedad civil postular candidatos para ser magistrados al Consejo Supremo Electoral y de esta manera renovar la confianza de los nicaragüenses en este Poder del Estado.
Por otro lado, esta propuesta unificada propone eliminar la reelección presidencial, y que los candidatos sean declarados ganadores solamente si consiguen el 50 + 1 de los votos, de lo contrario el ganador se definiría en segunda vuelta.
Alianza Cívica y UNAB presentaros su propuesta unificada de reformas electorales en diciembre del 2019 – Foto: Nicaragua Investiga
Entre otros aspectos, esta propuesta de la UNAB y Alianza Cívica contempla restablecer las candidaturas independientes y garantizar que los excarcelados políticos y exiliados puedan ser candidatos a cargos de elección popular.
A su vez, se contempla la flexibilización de requisitos para la constitución de nuevas fuerzas políticas, así como implementación del voto en el exterior y eliminar las diputaciones para el presidente saliente y el candidato que resulte electo en segundo lugar. Además abre el camino para que cualquier presidente pueda ser removido de su cargo al alcanzar la mitad de su mandato si así lo determina un referéndum revocatorio.
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“Con estas reformas se facilitará el proceso de recuperación económica y social del país, se fortalecerá el apoyo de la comunidad internacional y se canalizará la demanda de la población nicaragüense en un proceso limpio, transparente y observado”, explicaron la Alianza Cívica y la UNAB durante la presentación de esta propuesta
El miembro de la Alianza Cívica Mario Arana, explicó en Canal 10 en diciembre pasado que «ya hemos pasado de la época autoconvocada a la necesidad de entrar a una organización”, la cual implicaría ejercer presión para obligar a Ortega a iniciar un proceso de reformas electorales que den paso a elecciones libres, transparentes y observadas, aunque contrariamente reconoció que el tema parece no ser “prioridad” para el mandatario y mucho menos pretende “conversarlo con la Alianza”.
El gobierno de Ortega no había pronunciado una sola palabra sobre el tema hasta el 9 de enero de este año, cuando Gustavo Porras, presidente sancionado de la Asamblea Nacional, mencionó durante la Sesión Solemne del parlamento que este año está estipulado realizar las reformas electores.
Alfombra Roja en la entrada a la Sesión Solemne de la Asamblea Nacional – Foto: Nicaragua Investiga
A pesar de esto, Ortega se niega a negociar las reformas electorales con la Alianza Cívica a como lo ha demandado la Organización de Estados Americanos, Estados Unidos y demás organismos internacionales, y según el diputado sandinista Wilfredo Navarro, las reformas solamente serán consultadas con los partidos políticos que tienen representación en la Asamblea Nacional controlada por el oficialismo.
Ortega se había comprometido desde años atrás a realizar reformas electorales con la OEA, pero hasta la fecha no las ha hecho ni ha tocado el tema en las dos mesas de negociaciones que ha sostenido con la Alianza Cívica para buscar una salida a la crisis política.
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Partidos políticos también han presentado sus propuestas de reformas
Al igual que la UNAB y la Alianza Cívica, algunos partidos políticos como el Partido Liberal Constitucionalista ha presentado su propuesta de reformas, la cual coincide en muchos aspectos con la presentada por los grupos «azul y blanco».
El PLC propuso en junio del año pasado habilitar el voto en el extranjero, prohibir la reelección indefinida del presidente e incluir en la Ley Electoral los conceptos de observación nacional e internacional y no el de acompañamiento electoral a como lo estableció Ortega en reformas pasadas a esta ley.
Las propuestas de los liberales también coinciden con las de la Alianza Cívica y UNAB al contemplar que no se permita el transfuguismo político.
El ex convicto y presidente honorario del PLC Arnoldo Alemán en una convención del partido liberal – Foto: Nicaragua Investiga
El Partido Conservador también hizo públicas sus propuestas en mayo del 2019 y estas habrían sido presentadas a la Alianza Cívica y según Alfredo César, presidente de este partido, estarían de acuerdo en casi todos los aspectos. “Tuvimos una reunión con el equipo electoral de la Alianza y ya coincidimos un 90%», dijo César a Nicaragua Investiga en agosto del año pasado.
La propuesta del PC contempla que se necesita “un nuevo Consejo Supremo Electoral que sea confiable. El actual no es confiable”, según César.
De igual manera, el veterano político sostiene que el PC propone que el proceso de cedulación no sea excluyente, que sea obligatoria la observación nacional e internacional e incorporar el voto de los nicaragüenses en el exterior a través de los consulados nicaragüenses en otros países.
¿Quién será el candidato de la oposición?
Hasta el momento, todo parecer indicar que el FSLN presentará al candidato de siempre, Daniel Ortega, a pesar de que algunos actores dentro del sandinismo como Edén Pastora han cuestionado la falta de competitividad dentro de las filas rojinegras y se ha atrevido a «recomendar» al caudillo sandinista que nombre a otro candidato.
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“Yo recomendaría a nuestro Comandante Daniel Ortega estructurar ese gran partido científico, y que sea el que nos diga cuál va a ser el próximo candidato, nuestro próximo dirigente, cuando a nuestro Comandante Dios le mande cualquier fatalidad, un derrame cerebral, una enfermedad grave, una vejez dentro de 10, 12 años , una muerte segura, que sea el gran congreso el que diga, el fulano y todos por disciplina partidaria, por obediencia partidaria apoye ese pueblo a ese que el gran congreso del partido diga”, expresó el Comandante Cero en un medio oficialista en noviembre del año pasado.
Edén Pastora – Foto: Nicaragua Investiga
Contrario a la claridad y cohesión con la que el FSLN y su militancia apoyaría a Ortega en esa contienda electoral, dentro de los grupos opositores aún no se reconoce a un candidato presidencial que pueda dar la batalla a Ortega en los próximos comicios, o al menos no se anuncia de manera precisa.
Aparentemente, dentro de la oposición el debate no parece estar enfocado en candidaturas, pero el analista político Bosco Matamoros, opina lo contrario y asegura que la tardanza para consolidar una unidad política y electoral se debe a «ambiciones personales».
Esto coincide con la visión de Monseñor Silvio Báez quien el pasado 7 de diciembre, durante una conferencia ofrecida desde Miami a medios de comunicación cuestionó las prácticas y los «caudillismos» que existen a lo interno de estos grupos.
“Lo que ha dañado siempre la política del país son los caudillismos, las ambiciones personales, la búsqueda de privilegios, el andar detrás de un puesto, de un cargo, el querer brillar más que otros, mientras los nicaragüenses no superemos esa enfermedad política no vamos a lograr construir un país como todos lo soñamos” resaltó Baez, e invitó a los opositores a “pensar en el país” y a “despojarnos un poco de los egoísmos”.
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Para el religioso, las diferencias entre los opositores son una virtud a pesar de que han sido el principal obstáculo para consolidar la gran unidad de la oposición, debido a que estas diferencias son la riqueza y beneficios que tienen los movimientos democráticos, contrario al FSLN.
¿Cuál será el vehículo electoral?
Un caso similar sucede con la casilla y la personería jurídica que le permitiría a estos grupos de oposición correr en unas elecciones, sin embargo es un asunto que parece tener solución, debido a que si el gobierno no les permite conformarse oficialmente, Arana detalló que “probablemente se utilizará el vehículo de un partido con personería jurídica al rededor del cual se conformará la coalición donde van a haber partidos políticos y fuerzas sociales”.
Carlos Tünnerman, miembro de la Alianza Cívica, confirmó a Nicaragua Investiga que han sostenido reuniones con diferentes partidos políticos como Ciudadanos por la Libertad, Partido Conservador, Partido Liberal Constitucionalista, entre otros, y parece ser que uno de ellos funcionaría como vehículo electoral.
Dr. Carlos Tünnerman, miembro de la Alianza Cívica – Foto: Nicaragua Investiga
Por su parte, el líder campesino Medardo Mairena explicó que su movimiento ve con buenos ojos «todo esfuerzo de unidad de todo el que esté en contra de la dictadura», incluidos los partidos políticos tradicionales.
Los partidos políticos en Nicaragua son vistos como «zancudos» o «colaboracionistas» con el gobierno de Ortega, principalmente por los movimientos juveniles que se han notado bastante reacios a establecer cualquier tipo de alianzas con los partidos políticos, a pesar que dentro de la UNAB convergen junto a partidos como el MRS, que aglutina a gran parte de disidentes sandinistas que estuvieron al lado de Ortega en los 80s.
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Gilberto pernudi
enero 9, 2020 at 11:48 pm
Una de las reformas electorales sería que los nicaragüense que estamos en otros países pudieramos votar en las embajadas y muy bien vigiladas de gente que no tenga que ver con el gobierno en oficio.