Este año se realizarán en Nicaragua elecciones municipales y entre los partidos políticos que acudirán al llamado del Consejo Supremo Electoral (CSE) estará nuevamente el partido Alianza por la República (Apre), quienes participaron en la farsa de noviembre pasado, a como lo tildó la comunidad internacional, incluida la OEA. Este partido dice estar trabajando desde ya de cara a las municipales y entre las “sorpresas” que podrían surgir en los próximos meses está la de su actual presidente, Carlos Canales, como candidato a la Alcaldía de Managua.
Por el momento Canales es solo uno de los seis precandidatos, entre los cuales también está Gerson Gutiérrez Gasparín, quien corrió como candidato presidencial en las votaciones del 7 de noviembre pasado, Wiston Betanco, Juan Maltez y dos aspirantes mujeres.
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“Al día de hoy podemos decir con toda seguridad que ya tenemos entre un 40% a un 50% de todos los candidatos a nivel nacional”, manifestó Canales.
“Nosotros no estamos esperando a que nos convoquen. Este es un trabajo serio, son casi 6 mil candidatos a nivel nacional, por lo tanto no estamos esperando que el Consejo dé la campanada”, agregó.
Es un «chiste», asegura representante de Unamos
Sin embargo, la disidencia al gobierno de Daniel Ortega se muestra muy crítica con partidos como Apre e incluso no creen en los número que presenta.
«Francamente esto parece un chiste que el Apre tenga ese número de candidatos y el numero de fiscales para vigilar su voto. Aquí en Nicaragua todos sabemos que el Apre ha sido y es un partido satélite de la dictadura», expresó Héctor Mairena, vocero de la Unión Democracia Renovadora (Unamos), anteriormente conocido como Movimiento Renovador Sandinista (MRS), un partido político ilegalizado por Ortega.
Municipales serían otra «farsa»
Para Mairena, «quienes se presten» a ir a las elecciones municipales «estarán haciéndole el juego a la dictadura».
Vale apuntar que la Organización de Estados Americanos (OEA) y la comunidad internacional habían pedido a Daniel Ortega reformas electorales que permitieran comicios libres y transparentes en Nicaragua, pero el líder sandinista no accedió, de tal forma que las votaciones del 7 de noviembre fueron catalogadas como una «farsa».
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El vocero de Unamos asegura que para las elecciones municipales se mantienen esas mismas condiciones.
«En estas circunstancias no es concebible pensar que las elecciones municipales vayan a ser diferentes, van a ser otro ejercicio de farsa con el que el orteguismo va a pretender lograr alguna legitimidad», subrayó.
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