Servirse un simple plato de arroz con frijoles o gallo pinto es cada vez más difícil para los nicaragüenses, estos dos productos alimenticios esenciales han incrementado considerablemente su precio en los últimos meses.
Para que una familia nicaragüense de cinco miembros pueda comprar las 38 libras de frijoles, 34 de arroz y los siete litros de aceite que estipula la canasta básica, debe desembolsarse unos C$2,408.27 cada mes. Una realidad que enfrentan mayoritariamente las amas de casa, quienes normalmente se las ingenian para realizar las compras del hogar y preparar los platos de comida.
Carla Plata vive con su pareja y un nieto a su cargo, el alto precio de los productos básicos se vuelve insostenible cada día para ellos. Mientras su marido trabaja como vigilante y devenga un salario no mayor a los C$7,800 mensuales, ella trata de conseguir dinero extra lavando ajeno; sin embargo, ni unificando sus ingresos alcanzan la mitad de lo cuesta la canasta básica (C$18,981 hasta diciembre de 2022).
“Lo que gana mi marido no es mucho y a veces no nos da para comprar toda la comida”, explica Carla, mientras sus manos se aferran sobre la ropa que restriega en un lavandero y que debe entregar limpia al día siguiente para recibir un dinero extra y ayudar a su marido en los gastos del hogar.
Carla Plata en sus labores cotidianas.
Hasta diciembre de 2022 el Instituto Nacional de Información de Desarrollo (INIDE) reportó que el precio de la libra de frijoles se situaba en C$36.12, casi trece córdobas más de lo que costaba en enero de ese mismo año, un incremento del 55.3 %. En el caso del arroz el aumento fue de C$1.32, alcanzando 17.66 córdobas por libra.
“El arroz no ha bajado mucho de precio, dependiendo de la calidad y el tipo de arroz, se compra entre C$18 a C$22, máximo a C$23. Los frijoles, hubo una baja leve, se encuentra entre C$36 a C$37 la libra dependiendo de la calidad y el tipo de frijol que vas a llevar en ese momento en los mercados populares”, explica a Nicaragua Investiga, Rubén Arriola de la Consultoría del Gestor al Consumidor (CGC).
Daniel Ortega recuerda a los asesinados en las protestas en Perú, pero olvida a los de Nicaragua
Acompañantes del gallo pinto cada vez más caros
El drama de las familias nicaragüenses se vuelve más complejo cuando hacen malabares para acompañar el plato de gallo pinto con una tortilla y un pedazo de queso. Según datos recopilados por los monitoreos de la CGC, en los mercados populares la libra de queso se cotiza entre los C$95 y C$100, una situación que obliga a las familias a reducir su consumo o simplemente dejarlo de comer y buscar otras alternativas.
“Nosotros gastamos C$1,500 en comida, compramos arroz, frijoles, aceite, azúcar”, explica Carla, mientras se queja del alto precio de los productos lácteos. “El arroz y los frijoles lo acompañamos con queso, crema, pero los precios están caritos porque ahorita la libra de queso está a cien (C$100)”.
«Ni comemos carne»
En el caso de la familia de esta ama de casa, para un desayuno cotidiano, el gallo pinto debe ser acompañado de una tortilla, un pedazo de queso y una tacita de café, sin embargo, una de las frases más comunes en los nicaragüenses es “no nos da la bolsa”, tal como lo dice Carla. En el caso de las carnes, que según la canasta básica deberían ser 30 libras mensuales entre pollo, pescado, cerdo y res, la ciudadana expresa “¡uh!, ni comemos carne”.
Armados con AK asaltan a dos personas y las dejan atadas de pies y manos
Casi C$200 al día para poder comer arroz con frijoles
Cuando el nicaragüense decide agregar a su plato de gallo pinto o de arroz con frijoles, una rebanada de queso, una tortilla y además se toma en cuenta que para su preparación se requiere de aceite, cebollas y chiltomas, el costo mensual de todo esto puede andar por encima de los 5,327.49 córdobas (C$178 por día).
Los datos anteriores no incluyen el costo del gas butano o leña para prepararlo, lo que elevaría el precio del plato de gallo pinto. Es prácticamente inalcanzable para una familia como la de Carla Plata, que debe buscar alternativas que les generen otros ingresos y adquirir una mínima parte de los demás productos esenciales de la canasta básica, como los de aseo personal.
“Está duro esto porque con lo (poco) que gana él (su pareja). Con los C$1,500 a veces no compramos ni jabón, ni ace (detergente), ni cloro; nada de eso a veces compramos porque no nos da”, resiente Carla. Sus apreciaciones concuerdan con los datos reflejados por la reciente encuesta de CID Gallup, donde más de la mitad de nicaragüenses cree que la situación económica de Nicaragua se pondrá peor.
Estado debe intervenir para bajar precios
Según datos de la Consultoría del Gestor al Consumidor, hasta enero de 2023 el costo de la canasta básica se ubicó en C$19,275. Ante estas constantes alzas versus un paupérrimo salario mínimo promedio que apenas supera los siete mil córdobas y tomando en cuenta que tres cuartas partes del mercado laboral nicaragüense se ubica en el sector informal, Rubén Arriola recomienda al Estado de Nicaragua dar “seguimiento al acaparamiento ilícito de productos de la canasta básica”.
Agrega que el gobierno debería de sacar al mercado los productos almacenados en las bodegas de la Empresa Nicaragüense de Alimentos Básicos (ENABAS) “para bajar los costos de los productos de la canasta básica”. Con esta medida, Arriola estima que la “canasta básica bajaría aproximadamente hasta un 35 %, 45 %”.
Mientras el Estado no tome medidas para disminuir el costo de los productos básicos, miles de familias como la de Carla Plata tendrán que seguir “haciendo de tripas corazón” para poder sobrevivir en uno de los países más pobres de América Latina.
Nicaragua Investiga
You must be logged in to post a comment Login