“Desde anoche nos están enviando mensajes a los grupos del trabajo, diciéndonos que vayamos a votar”. Quien hace la denuncia es un trabajador de una institución del Estado que vive en Bluefields, quien señala que el acoso, se ha intensificado este domingo.
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“Nos están presionando”, agrega otro trabajador. Para los funcionarios que no son fanáticos, los comicios electorales son un tormento. “Ellos apuran el voto, nos dicen que es obligado”, denuncian, la mayoría de ellos lo denuncian de forma anónima.
Dicen que en todo el día les ha llegado a sus teléfonos celulares mensajes en las que les recuerdan que “gracias a nuestro comandante tienen trabajo”. A continuación les llega la amenaza: “recuerden que tenemos la lista de quienes han ido a votar”, les advierten.
La mayoría de quienes han recibido estos mensajes laboran para instituciones públicas en Bluefields como el hospital, La Policía, el Ministerio de Educación, el gobierno regional y el Complejo Judicial.
Los encargados de ejercer esta presión son los sindicatos, desde los que ellos llaman “puestos de mando” o Consejo de Liderazgo Sandinista (CLS) de las instituciones públicas. “Ellos son los fiscalizadores de cada uno de los trabajadores en la participación en marchas, actos políticos y comicios electorales”, denuncian.
Los trabajadores temen que al llegar a sus oficinas les esté esperando el despido de comprobarse que no participaron en estas votaciones.
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