“La cooperación de Nicaragua con Rusia no es ningún peligro para la estabilidad, la seguridad y la paz en Centroamérica o en América Latina, ni tampoco en Estados Unidos”, manifestó el canciller de la dictadura nicaragüense, Denis Moncada al medio ruso Sputnik, en respuesta a la preocupación que han generado los temas de cooperación militar y nuclear entre ambas naciones.
Y es que en esta semana se firmó un acuerdo cooperación donde Nicaragua va a desarrollar tecnología nuclear con el apoyo de Rusia.
Esta no es la primera vez que se aborda este tema, pues en noviembre de 2022, ambas dictaduras firmaron la hoja de ruta para el uso de energía atómica con “fines pacíficos”, trazando las directrices de la cooperación.
Actualmente se encuentra en ese país una delegación de Nicaragua encabezada por Laureano Ortega, hijo del dictador sandinista. Este y otros funcionarios se reunieron con el Ministerio de Defensa de Rusia para discutir temas de “actualidad de la cooperación militar y técnico-militar ruso-nicaragüense y se esbozaron los pasos para su desarrollo”. Laureano también se reunió con la Guardia Nacinal de Rusia.
“No somos un país agresor, somos un país amante de la paz. Fortalecemos todas nuestras instituciones policiales y militares en función de garantizar la vida cotidiana de los nicaragüenses. No somos ni seremos una amenaza a la paz y la seguridad. Nuestra relación con la Federación de Rusia en estos campos está encaminada precisamente en esa dirección”, sostuvo Moncada a su llegada a Moscú.
Influencia maligna
La semana pasada la general Laura Richardson, jefa del Comando Sur de Estados Unidos, dijo que a través de una campaña de desinformación, Rusia trata de expandir su influencia maligna, fomentar la inestabilidad y minar la democracia en la región Latinoamericana y el Caribe, y que la campaña de desinformación rusa en la región tiene como objetivo promover metas geopolíticas rusas y perjudicar los intereses de seguridad de EEUU.
Rusia coludido con China en la región
El exdiplomático nicaragüense José Dávila, afirma que la dictadura Ortega- Murillo se ha convertido en una bocina para reproducir la narrativa de lo que le pide Rusia, luego de la situación difícil en que está Vladimir Putin por haber invadido Ucrania.
“Es vergonzoso que el llamado canciller de Nicaragua, en vez de estar buscando apoyo internacional para que Nicaragua salga de su pobreza y subdesarrollo, es el segundo país más atrasado de América, después de Haití, su política exterior sea estar repitiendo las mentiras y tergiversaciones de Putin, y su equipo de comunicación”, criticó Dávila.
Indicó que Rusia, además de su invasión a Ucrania, está coludida con China para adueñarse de Centroamérica y plantear un desafío a Estados Unidos.
“La influencia rusa que se viene al SICA (Sistema de Integración Centroamericana), bajo la dirección orteguista que autorizó como Observador a Rusia en esta instancia de la integración regional, y la presión de China para que Honduras rompa con Taiwán, serán otro paso de las potencias extra regionales autoritarias, para el dominio del territorio centroamericano en la geopolítica”, indicó.
Acuerdo «fachada»
El analista salvadoreño Napoleón Campos, especialista en temas Internacionales, Integración Regional y Migraciones, considera que la palabra de cualquier cómplice de la tiranía líder de Centroamérica, o sea de Daniel Ortega, no vale nada, peor la de Moncada.
Cuestiona que no hay tal cooperación bilateral entre Rusia y Nicaragua “para enfrentar el crimen organizado”, cuando la propia dictadura sandinista es cómplice de los criminales.
“Ni Rusia, ni Nicaragua desean ser obedientes a los tratados y convenios internacionales que firman. Durante la visita del canciller de Irán (a Nicaragua) Daniel Ortega dijo que no era tan malo tener un armamento nuclear para darse a respetar en el mundo de hoy, cuando claramente la mejor defensa que un país puede tener es su democracia, dándose a respetar cumpliendo los principios y valores democráticos”, subrayó Campos.
El analista recuerda que Nicaragua es Estado parte del tratado de Tlatelolco que desde 1967 prohíbe la diseminación y el desarrollo de armas nucleares y atómicas en América Latina.
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Afirma que el convenio bilateral para desarrollar tecnología nuclear con Rusia es una quimera más, como lo fue el canal chino, por lo que considera que Nicaragua está confirmando a través de su canciller, que está dispuesta a seguir siendo exhibida como el paria internacional que ya es, como el país del que se adueñó Daniel Ortega y sus esbirros a sueldos, sin importarles la Constitución de Nicaragua, ni las necesidades básicas del pueblo.
“Mucho menos el exterior, sin importarle los tratados y convenios internacionales, pero yo confío que si esto es un paso en serio, la Organización Internacional de Energía Atómica, está comprometida a pronunciarse y decirnos a los centroamericanos y al mundo democrático en qué consiste en realidad esa cooperación que presumen Daniel Ortega y Vladimir Putin para desarrollar energía nuclear”, puntualizó el especialista salvadoreño.
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