Por primera vez Nicaragua pasó a formar parte del grupo de Países de Particular Preocupación (CPC, por su abreviatura en inglés) del Departamento de Estado de Estados Unidos, esto tras la publicación del Informe Anual 2023 de la Comisión de los Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional (USCIRF por sus siglas en inglés).
La situación de Nicaragua es seguida muy de cerca por Estados Unidos. El gobierno de Joe Biden no ha dudado en imponer sanciones y señalar las graves violaciones de derechos humanos que ha venido cometiendo el régimen Ortega-Murillo.
De manera especial el gobierno estadounidense ha dado seguimiento a todos los atropellos que la dictadura comete en contra de la Iglesia católica, esto lo han hecho a través de la USCIRF, entidad que ha estado encargada de reportar, analizar y recomendar a Biden sobre lo que ocurre en Nicaragua.
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“Violaciones sistemáticas, continuas y atroces”
En el informe, la USCIRF recomendó al Departamento de Estado la designación de 17 naciones como “Países de Particular Preocupación (CPC) porque sus gobiernos cometen o toleran ‘violaciones sistemáticas, continuas y atroces’ del derecho a la libertad de religión o creencia”, de estos, 12 fueron designados, entre los cuales están “Cuba y Nicaragua”, que pasaron a engrosar la lista por primera vez.
Las naciones que han sido designadas como CPC son: Birmania, China, Cuba, Eritrea, Irán, Nicaragua, Corea del Norte, Pakistán, Rusia, Arabia Saudita, Tayikistán y Turkmenistán. Además hay cinco recomendaciones adicionales: Afganistán, India, Nigeria, Siria y Vietnam.
“USCIRF está desanimado por el deterioro de las condiciones para la libertad de religión o creencias en algunos países, especialmente en Irán, donde las autoridades hostigaron, arrestaron, torturaron y agredieron sexualmente a personas que protestaban pacíficamente contra las leyes obligatorias sobre el hijab, junto con su brutal y continua represión de las comunidades religiosas minoritarias”, expresó el presidente de USCIRF, Nury Turkel.
El representante de la USCIRF instó a la administración del presidente Joe Biden a “implementar las recomendaciones” y “revisar la política de EE. UU.”. En cuanto al Congreso estadounidense, le pide que “actúe para prohibir que cualquier persona reciba compensación por cabildear en nombre de adversarios extranjeros, incluidos aquellos que cometen violaciones particularmente graves del derecho a la libertad de religión de creencias”.
Cuatro recomendaciones al gobierno de Biden
La USCIRF ha seguido de cerca la situación de la Iglesia católica en Nicaragua y desde 2019 se refería al país como “de especial vigilancia”, ahora las cosa han cambiado y señalan el especial hostigamiento desde 2022, por lo que recomendó al gobierno de Biden:
- “Volver a designar a Nicaragua como ‘país de especial preocupación’ por cometer violaciones sistemáticas, continuas y atroces de la libertad religiosa”.
- “Imponer sanciones selectivas a las agencias y funcionarios del gobierno nicaragüense responsables de la violencia y otras acciones punitivas contra los lugares de culto, líderes religiosos y organizaciones, la congelación de los activos de esas personas y la prohibición de la entrada en Estados Unidos”.
- “Presionar al gobierno nicaragüense para que libere incondicionalmente a los presos religiosos de conciencia, para que se comprometa con el debido proceso a los detenidos por motivos religiosos y para que permita las biblias y otros libros de consulta religiosos a todos presos políticos”.
- “Ejercer un mayor escrutinio de cualquier préstamo o asistencia financiera o técnica proporcionada por instituciones financieras internacionales para proyectos en Nicaragua, de conformidad con la Ley de Fortalecimiento de la Adhesión de Nicaragua a las Condiciones para la Reforma Electoral de 2021”.
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Más de 500 ataques a la iglesia
La USCIRF instó al Congreso de Estados Unidos, “celebrar audiencias públicas” para amplificar las preocupaciones “sobre los presos de conciencia religiosos en Nicaragua y trabajar con parlamentarios de ideas afines en otros países para abogar por su liberación y la de otros presos de conciencia”.
En el documento detalla que la condena que el régimen de Ortega impuso al obispo Rolando Álvarez, “es ilustrativa de su represión contra el clero”. Menciona que el dictador ha insultado a los obispos, a quienes tilda de “asesinos” y “golpistas”, además de haber echado del país al nuncio Waldemar Sommertag.y prohibir las procesiones en las calles.
Tan solo en los últimos cinco años, el régimen dirigido por Daniel Ortega y Rosario Murillo ha perpetrado al menos 529 ataques contra la Iglesia católica de Nicaragua, entre los que se incluye el destierro y expulsión de unos 38 líderes religiosos, según un reciente informe de la abogada e investigadora Martha Patricia Molina.
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