Desde hace varios meses el régimen de Daniel Ortega está impartiendo entrenamiento militar a trabajadores de instituciones estatales. El objetivo: “defender la revolución”. Esta situación ha sido denunciada por pobladores de varios municipios, entre estos, Santa María de Pantasma, Wiwilí y El Cuá en el departamento de Jinotega al norte de Nicaragua.
Con temor a las represalias los lugareños denunciaron a principios de junio que observaron movimientos de camionetas doble cabina con los civiles armados que se movilizan en sus zonas sin una explicación legal. Según los denunciantes, los que participan en esos entrenamientos son trabajadores de instituciones del Estado.
El analista político José Dávila considera que entrenar a los trabajadores del sector público es un “acto gubernamental retrógrado y oscurantista, que muestra hasta dónde ha llevado al país el actual régimen. Es regresar a un pasado que estaba superado desde hace tiempo”.
Denuncian que paramilitares entrenan a fanáticos del FSLN en montañas de Jinotega
Las fuentes que pidieron el anonimato dijeron que esos movimientos les recuerdan la guerra civil de los años 80.
Esto para Dávila no es más que “una especie de servicio militar obligatorio, arbitrario, ilegal, semiclandestino, y ofensivo para los mismos empleados del Estado, pues su rol es de servir a los nicaragüenses con eficiencia y buena voluntad, en sus distintas gestiones ante el Estado, y no el de prepararse para defender a un régimen represivo”.
Están militarizando el Estado
En tanto, Luciano García, presidente de Hagamos Democracia, refirió que estas acciones son lo “único que le queda al régimen, de alguna manera lo que está haciendo es militarizando al Estado para que puedan atender a la voz de mando (…), lo que denota es la pérdida total de la carrera de servicios civil».
«En vez de promocionar la carrera de servicios civiles como lo que es, lo que están es militarizando todos los puestos de trabajo del Estado”, insiste.
Población apática
Recientemente, una encuesta de Cid Gallup dio a conocer que el Frente Sandinista cuenta solo con el 13% de simpatía de la población nicaragüense. La encuesta también reveló que incluso un 35% de las personas identificadas como sandinistas manifestaron que desaprueban la gestión de Daniel Ortega como presidente.
Respecto a esta significativa baja en cuanto a la simpatía de la población con el FSLN, García dice que “lo único que le queda (al partido) es afianzar eso de manera radical con ese tipo de acciones. Lo que hacen es supeditar lo poco que le queda ya, de una manera radical, pues violentando todo los derechos de los ciudadanos».
«Pero a la larga eso es contra ellos, porque a la gente le incomoda realmente que están haciendo un trabajo que no les compete, pues no son militares”.
Servicio Militar Obligatorio
El mayor en retiro Roberto Samcam Ruíz plantea que primero el régimen de Daniel Ortega comenzó a entrenar militarmente a la Policía Nacional, mediante Cursos Tácticos Militares impartidos por oficiales del Ejército de Nicaragua, en un cambio radical y contrario a la Ley de la Policía, Ley 872.
«Transformaron la Naturaleza, Misión y Modelo, en la reforma del 5 de julio recién pasado, convirtiéndola en otro cuerpo armado a disposición del dictador Ortega. Frescas están en sus memorias las imágenes del 2018, cuando la población que masivamente salió a protestar a las calles del país, rebasó el esquema represivo policial diseñado para controlar levantamientos puntuales y aislados”, indica Samcam en un boletín informativa publicado el 22 de julio.
De acuerdo a Samcam, más de 120 mil empleados públicos tendrán que hacer el famoso Curso Táctico Militar.
El mayor en retiro señala que la dictadura de Daniel Ortega vive en una “guerra imaginaria, contra un enemigo imaginario. Si en los años 80s era la intervención norteamericana que año con año invadía el país, ahora el enemigo es el propio pueblo”.
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