Después que la vocera del régimen sandinista, Rosario Murillo, tachara de “demonios” a opositores que piden ampliar sanciones a empresarios privados afines a la dictadura y al Ejército de Nicaragua, estos consideran que los ataques de Murillo son parte de una actitud de «negación» o «protección del ego«.
Fue este martes 29 de agosto, que Murillo llamó a sus críticos «mentirosos, victimarios y demonios» y tildó la lucha cívica de los nicaragüenses en 2018 como un «plan diabólico».
Sobre estas declaraciones, el opositor Félix Maradiaga, exaspirante a la presidencia de Nicaragua, dijo que esta es una forma de defensa psicológica que puede ayudar a la persona a lidiar con emociones incómodas o inaceptables.
Monteverde pide sancionar a empresarios y militares afines a Ortega
“Las declaraciones de Murillo donde lanza descalificaciones tales como las de ‘demonios con planes diabólicos’, es lo que en psicología se conoce como proyección. La proyección ocurre cuando alguien atribuye sus propios sentimientos, pensamientos o comportamientos no deseados a otra persona, en lugar de reconocerlos como propios”, explicó Maradiaga.
Añadió que “esa actitud es claramente de negación o protección del ego, ya que sabe que sus actitudes de ataque a la fe católica y a las iglesias, son ampliamente reconocidos por la opinión pública. como los verdaderos planes diabólicos. Y ella, en medio de su ego, lo resiente porque venía invirtiendo años de propaganda para venderse como una persona cristiana”.
Le duelen las sanciones
Por su parte, Juan Sebastían Chamorro, quien al igual que Maradiaga es vocero del grupo Monteverde, refirió que las reacciones de Murillo son una muestra clara de que le “duelen las sanciones” y que también “le duele la presión” que están ejerciendo para ampliarlas.
Murillo tacha a opositores de «demonios» por impulsar sanciones
Murillo busca dividir
“Para nosotros cada vez que la dictadura reacciona de esa manera es una muestra más de que estamos haciendo el trabajo, de qué estamos haciendo lo correcto, de que estamos del lado justo. Miren los epítetos y los adjetivos que ella utiliza (…). Ellos son los que fomentan el odio y la división entre el pueblo nicaragüense”, puntualiza Chamorro.
El activista opositor y exreo político, Alex Hernández, concuerda con Maradiaga y Chamarro en que la reacción de Murillo, le molesta de dónde provienen las acciones para sancionar al régimen sandinista. Hay que señalar que el furibundo ataque verbal de Murillo ocurrió horas después de que este grupo de opositores demandó ampliar las sanciones.
Nicaragua Investiga
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