El Consejo de Seguridad de Rusia invitó a Laureano Ortega Murillo, hijo de la pareja dictatorial de Nicaragua, a una reunión de intercambio sobre cómo «contrarrestar las revoluciones».
El mensaje fue enviado el 15 de septiembre por Nikolái Pátrushev, secretario del Consejo de Seguridad ruso, en ocasión a las Fiestas Patrias de Nicaragua.
En la misiva, el funcionario ruso felicitó a Laureano Ortega por el Día de la Independencia y le expresó que las reuniones celebradas entre las misiones gubernamentales de ambos países, en marzo y mayo pasados, «se convirtieron en una importante contribución al fortalecimiento de la amistad ruso-nicaragüense». En dichas reuniones, efectuadas en Moscú, se abordó la cooperación militar.
En ese sentido, aprovechó para invitarlo a una nueva «reunión del Grupo de Trabajo para contrarrestar las revoluciones de colores», la cual se llevará a cabo en noviembre próximo.
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Laureano Ortega es el representante especial del dictador Daniel Ortega para los asuntos con Rusia. Además, es el rostro de la familia Ortega-Murillo ante China. Entre los infructuosos proyectos que ha impulsado se encuentra el fracasado «Gran Canal Interoceánico» y la planta de vacunas «Mechnikov», cuyo exrepresentante en Managua está bajo investigación en Rusia.
El recuerdo de las protestas del 2018
La «revolución de colores» es un término que las dictaduras utilizan para justificar su actuar contra las sublevaciones sociales, explica el activista y analista político Juan Diego Barberena.
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Los dictadores usan el término como un sinónimo de «golpe suave» y afirman que se trata de una estrategia intervencionistas de Estados Unidos y sus aliados.
En abril del 2018 los Ortega se vieron sorprendidos por protestas ciudadanas demandando el fin del régimen. La respuesta fue brutal. Organismos defensores de derechos humanos contabilizan más de 350 muertos producto de la represión gubernamental. Desde entonces en Nicaragua impusieron un estado policial en el que la libertad de expresión, el activismo político opositor y la defensa de los derechos humanos están coartados.
Opositor dice que habrá «intercambio» para el espionaje
En la próxima reunión entre Nicaragua y el Consejo de Seguridad de Rusia habrá un «intercambio de repertorios y herramientas represivas, de espionaje, de actividades de inteligencia y contrainteligencia contra los opositores democráticos», señaló Barberena.
A su vez, indicó que este acercamiento político es parte de la estrategia de Rusia para remarcar ante Estados Unidos su influencia geopolítica en la región y su incidencia en Nicaragua.
El caso de exdirector del Instituto Mechnikov
Sin embargo, Barberena tampoco descarta que a Laureano Ortega los rusos le pidan más detalles sobre la investigación contra Viktor Pavlovich Trukhin, cónsul honorario de Ortega en San Petersburgo, Rusia, y exdirector del Instituto Mechnikov, ubicado en Managua.
En cualquiera de estos escenarios, «la dictadura está cometiendo graves errores al tratar de robustecer sus relaciones internacionales únicamente con países como Rusia, Irán y China», manifestó el activista opositor.
«Eso tendencialmente tiene su final y con altísimos costos políticos. Ya lo vivieron en los años 80 cuando la revolución soviética llegó a su fin y la revolución sandinista llegó a su fin», dijo.
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