“Sin Veneno” nace de la idea sobre la importancia de la salud mental como factor vital para impulsar cambios duraderos y sostenibles en la sociedad. En este sentido reconozco que los efectos del discurso del odio y las consecuencias de la política de represión hacia la sociedad implantada por la dictadura han logrado mantener un clima de estrés social y parálisis de la acción ciudadana para resolver mediante vías pacíficas la actual crisis sociopolítica que golpea a toda la ciudadanía del país.
Por tanto, me he planteado el reto de realizar una campaña que llame a la acción para derribar los discursos de odio, mediante la transferencia de conocimiento práctico y útil que brinde a la ciudadanía herramientas para confrontar estos discursos, y promover el diálogo social inclusivo como mecanismos para superar la actual polarización, y, en consecuencia, dar pasos para ir resolviendo la crisis actual que vivimos los nicaragüenses.
La campaña Sin Veneno “Un llamado a la Acción contra el Odio”, consta de varias etapas, en la que se estarán abordando temáticas para la transformación y sanación del tejido social, entre estos temas se abordará la naturaleza y raíces del odio, como confrontarlo, sanarlo, y como avanzar, entre otros. Esta campaña comenzó el 18 de abril con espacios de reflexión y debate en X antes conocido como Twitter, los cuales se estarán trasmitiendo cada martes, a las 7 pm, a través de TwiterSpaces, podcast, videos narrativos, entre otros recursos que se realizarán para la población nicaragüense, por medio de las plataformas de Daríos Medios Internacional y API Centroamérica.
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En el contexto actual de creciente polarización y odio, es fundamental adoptar enfoques innovadores que nos permitan superar nuestras diferencias y trabajar juntos hacia un futuro más inclusivo y pacífico.
Por eso, me entusiasma la iniciativa de esta campaña contra el odio y la polarización que se está llevando a cabo. Creo firmemente que la clave para construir una cultura de paz radica en nuestra capacidad para dialogar de manera constructiva y respetuosa, incluso cuando nuestras opiniones, ideologías y creencias sean diferentes.
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Para inspirar este cambio, propongo una nueva forma de debate que fomente la empatía, el entendimiento y la colaboración. En lugar de enfocarnos en ganar un argumento, debemos centrarnos en comprender las perspectivas y experiencias de los demás. Esto significa escuchar activamente, sin juzgar, y buscar puntos en común en lugar de resaltar nuestras diferencias.
Además, debemos reconocer que el cambio no sucede de la noche a la mañana. Requiere un compromiso continuo con el diálogo, la reflexión y la acción. Por ello, es importante esta campaña, donde se busca crear espacios seguros donde las personas puedan expresar sus opiniones de forma segura, libre y constructiva.
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¿Quién es Gloria Chamorro?
Promotora de Paz y Experta en Resolución de Conflictos.
Gloria Chamorro es una destacada Promotora de Paz y Experta en Resolución de Conflictos con especialidad en Salud Mental y Liderazgo Social. Es miembro del Colegio Profesional de Psicólogos de Costa Rica. Máster en Resolución de Conflictos, Paz y Desarrollo por la Universidad de las Naciones Unidas, especializada en Estudios del Comportamiento por la Universidad de Costa Rica (UCR) y en Liderazgo Social por INCAE Business School.
Además, es licenciada en Psicología por la Universidad Centroamericana (UCA). Tiene una amplia experiencia en la promoción de la democracia con un enfoque en cultura de paz, así como la prevención social de la violencia, la rehabilitación del trauma y la construcción del dialogo social. Es especialista en transformación de conflictos, mediación y justicia transicional. Ha abordado temas sensibles como violencia en espacios políticos, resistencia no violenta y traumas de guerra.
Es autora de numerosos artículos sobre temas de cultura de paz y resolución de conflictos, y conduce diversas iniciativas de apoyo a jóvenes en situación de exilio forzado y personas apátridas, en la promoción de la democracia y la construcción de la cultura de paz. Es nicaragüense de nacimiento, pero debido a su compromiso con los derechos humanos en Nicaragua, vive actualmente exiliada en Costa Rica.
