El régimen de Daniel Ortega arremetió con más fuerza contra la Universidad Centroamericana (UCA), propiedad de la Compañía de Jesús.
Según informó el medio de comunicación DIVERGENTES, la dictadura no solo ha congelado las cuentas bancarias de la universidad y de las altas autoridades, sino que también a través del Registro Público «inmovilizó» los bienes inmuebles de esa casa de estudios superiores.
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Este medio de comunicación asegura que la inmovilización fue a pedido de la Procuraduría General de la República (PGR).
La medida no fue notificada a la UCA, la cual se dio cuenta de lo que había pasado cuando iban a realizar movimientos de propiedades.
Sin poder pagar
La mañana del miércoles 9 de agosto las autoridades de la UCA dieron a conocer en un correo electrónico a sus colaboradores y estudiantes, que no estaba recibiendo los pagos de aranceles y otros servicios. La universidad lamentó «los inconvenientes» ajenos a su voluntad y explicó que estará «informando una vez que sea posible procesar pagos en nuestra caja central y canales alternos».
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A lo largo de los últimos años la UCA ha sido objeto no solo de ataques verbales por parte de funcionarios y fanáticos de la administración sandinista, también de amenazas de cierre, algo que ya ha venido ocurriendo con varias universidades privadas, a las cuales se les ha cancelado sus personerías jurídicas y sus bienes confiscados.
En marzo del 2022 la Asamblea Nacional reformó la Ley General de Educación y la Ley de Autonomía de las Instituciones de Educación Superior, dejando a la UCA fuera del Consejo Nacional de Universidades (CNU) y por tanto excluida de la parte del 6% constitucional que se entrega a las universidades.
En septiembre del año pasado la dictadura negó el ingreso a Nicaragua al vicerrector Jorge Huete, quien se encontraba en un viaje de trabajo en Argentina.
Estudiantes en «incertidumbre»
Los estudiantes y padres de familia están en incertidumbre por lo que pueda pasar con esa casa de estudios.
«La UCA ya se comunicó con los estudiantes, les han pedido que no se matriculen porque la dictadura les cerró las cuentas bancarias. A mi sobrina le faltaba un cuatrimestre para cerrar el año 2 de su carrera. La familia no sabe qué hacer, se están dando contra la pared», manifestó una usuaria de la red social X (antes Twitter).
https://twitter.com/majodire/status/1689732859051835392
Repudio
La arremetida contra la UCA ha desatado una ola de condenas, ya que los jesuitas han formado a muchos profesionales nicaragüenses. «Como ex alumno de la Universidad Centroamericana (UCA) de Managua, repudio la agresión de la dictadura contra este centro de estudios. El congelamiento de sus cuentas es un atropello a la educación superior, a la libertad intelectual, a la cultura y a toda la sociedad», manifestó el obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez.
Para el abogado Yader Morazán, especialista en administración de justicia, el congelamiento o inmovilización de cuentas bancarias ordenadas por el régimen «tienen un caracter preventivo (al menos así lo dice la legislación nicaraguense) y por consiguiente su temporalidad es corta, y deben de formalizar algún proceso que «las confirme» a través de resolución que emane de un proceso».
Morazán explica en sus redes sociales que «de lo contrario, comprometen a terceros ajenos (bancos privados) a estas acciones represivas».
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