Sueños «atómicos» de Ortega son una provocación para el mundo libre

Las recientes declaraciones del dictador nicaragüense Daniel Ortega, en defensa del supuesto derecho de Irán y otros países como Nicaragua, de tener una bomba atómica «para que nos respeten», y el ofrecimiento de Laureano Ortega de que Nicaragua sirva de «plataforma» para que ese régimen islámico expanda su influencia por Centroamérica, no deja de causar resquemor y desconfianza.

A juicio de la experta en seguridad Elvira Cuadra, las declaraciones de Ortega constituyen una amenaza a Nicaragua y a la región porque además de ofrecer el territorio nacional como «plataforma», se manifestó a favor de que países en desarrollo cuenten con armas nucleares.

“Hay un acuerdo internacional que establece un límite de la producción de uranio para uso pacífico, pero Irán está produciendo más de ese límite, por lo que se sospecha que tiene intención de usarlo para construir una bomba nuclear. Y eso verdalmente es una amenaza, de manera que las declaraciones de Ortega son una clara alusión al tema”, cuestionó.

Ortega también sueña con un «armita atómica para que nos respeten»

El acuerdo con Rusia

“Por otra parte, también constituyen una amenaza porque el mismo Ortega firmó un decreto el año pasado autorizando el uso de energía atómica solamente con fines pacíficos. Estas declaraciones hacen parte de su política exterior de confrontación con Estados Unidos y un acelerado acercamiento con regímenes autoritarios en el resto del mundo, especialmente Rusia, China e Irán”, agregó.

Efectivamente, con Rusia el régimen Ortega firmó el año pasado un acuerdo para el desarrollo de la energía atómica y hasta se creó una comisión para ello, algo que fue tomado con tono burlón por algunos sectores, dada la nula capacidad científica de Nicaragua en esa materia.

Afinidad por ser enemigos de EEUU

José Dávila, exembajador en Alemania durante el gobierno de doña Violeta Barrios, cree que las consideraciones de la familia Ortega Murillo, sobre ofrecer a Nicaragua para territorio expansionistas de otras dictaduras no es más que una mezcla de una política exterior errática, de provocaciones al mundo libre, de lenguas livianas, con el interés de llamar la atención de esos países a los que quieren someterse, y ante todo se olvidó de las verdaderas necesidades del pueblo de Nicaragua.

“El régimen ha llegado a una catástrofe conceptual de lo que debe ser una política exterior o relaciones internacionales en favor de su pueblo, y busca alianzas con países con los que no tenemos ninguna identidad histórica o cultural común, siendo lo único común que son enemigos de los Estados Unidos, a quien tratan de provocar”, explicó Dávila.

Ofrecimiento a Irán es irresponsable

Criticó el hecho que Ortega en su ambición desmedida ha hecho “un casting” con sus hijos para ver quién podrá irse perfilando en el escenario como delfín, sin darse cuenta, por ejemplo, que el ofrecimiento de uno de ellos, para que Nicaragua sea plataforma de expansión de Irán, no solo es una grave e inmadura irresponsabilidad, sino es algo que Irán mismo no lo va a tomar en serio.

Al recibir la semana pasada al canciller de Irán, Hossein Amir-Abdollahian, Laureano Ortega destacó el supuesto desarrollo que ese país y el papel que Nicaragua podría jugar en su beneficio en la región.

«Irán tiene un gran desarrollo tecnológico, industrial, comercial, el cual Nicaragua puede verse altamente beneficiado y Nicaragua tiene y juega un papel fundamental en la región centroamericana como una plataforma para la exportación de productos, para hacer una vitrina de productos iraníes en toda la región centroamericana, también un papel muy importante en la diplomacia y la geopolítica”, expresó.