Elvin de los Ángeles Somoza Castillo, de 42 años, es originario de El Rama, municipio de la Región Autónoma de la Costa Caribe Sur de Nicaragua, quien encontró una forma de ganar dinero extra en TikTok, realizando batallas con otras personas en donde los retos extremos como echarse gotas de plástico caliente en la piel y quemarse por varios segundos, están presente todas las tardes cuando se conecta en vivo con sus seguidores. “He llegado a apostar que se quite un diente la persona que pierda la batalla, pero hasta el momento nadie me ha aceptado ese tipo de retos”, dice.
Elvin comenzó haciendo transmisiones en vivo por al menos 15 días manifestándole a sus espectadores que, si le enviaban un león, que es un regalo en gif en TikTok que cuesta aproximadamente 14,720 córdobas, se quitaría una ceja. Así comenzó su historia con los retos extremos.
Las personas estaban viendo sus transmisiones, pero no le enviaban el león. Hasta que un día se conectaron como siete mil personas y una de ellas le envió el regalo. Dice que se quitó las dos cejas. “Incluso, ese día me quité todo el pelo de la cabeza con una máquina de afeitar”, dijo en una entrevista con Nicaragua Investiga.
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En otras transmisiones subió de nivel y se comió una lombriz, cuando le volvieron a enviar otro león. Pero tiempo después, los espectadores le comentaban que buscara batallas en TikTok para obtener más donadores y realizar retos extremos, como los que proponía en sus en vivos.
Elvin se quemó el cabello, se echó alcohol en la piel y se la prendió en llamas por cinco segundos, se ha dejado caer hasta 30 gotas de plásticos caliente en la piel, se puso una cuchara al rojo vivo en el pecho, metió un dedo de la mano en aceite hirviendo, encendió con fuego un papel de cuaderno y se lo colocó en la zona de su pene, se ha dado golpes con un martillo en el dedo, se ha dado golpes en la frente contra una pared y ahora asegura que está preparado para arrancarse un diente.
Según él, todo esto lo ha hecho para ganarse el respeto de sus espectadores y ser recordado como la primera persona nicaragüense en revolucionar el TikTok con retos extremos.
Elvin Somoza muestra uno de los daños que sufrió su piel al quemarse por cinco segundos. Foto | Cortesía.
Tiene una vida fuera de TikTok
Elvin está casado y tiene dos hijos, uno de cuatros años y otro de nueve. Su hijo menor nació con una enfermedad que se llama reflujo vesicoureteral, que es el flujo anómalo de orina que retrocede desde la vejiga por los conductos uréteres que conectan los riñones.
“No nos dábamos cuenta de su enfermedad hasta que presentó temperatura y le realizamos unos exámenes. Pasó más de ocho meses en tratamiento. Después de presentar mucha fiebre y convulsiones, resultó ser epiléptico”, comenta. Su padre también está frágil de su salud: tiene insuficiencia renal, un riñón se le paralizó, padece de la presión, diabetes, y sufre de anemia.
“Mi papá vive enfrente de donde yo vivo, que es la casa de mi suegra. Yo estoy pendiente de su salud, noche de por medio duermo donde él”, detalla.
@el_chilero13_campana considerando amis amigos que me apoyan en mis batllas #elchilero_oficial13 #nicaragua🇳🇮 #fypシ゚viral
El inicio de sus batallas en TikTok
Elvin no inició en TikTok haciendo retos extremos. Primeramente, tuvo una cuenta que la llamó “Elvin Oficial 13”, donde logró tener más de 29 mil seguidores. Ahí, subió un video que tuvo como 12 millones de reproducciones, según comenta. En uno de esos videos se golpeaba su cuerpo, lo que TikTok detectaba como contenido violento y peligroso y le restringen la cuenta.
Después creó su perfil actual que se llama “El Chilero Oficial 13”, cuyo nombre nació por recibir tantos comentarios de sus seguidores al preguntarle qué era el líquido amarillo que le echaba a su comida cuando estaba transmitiendo en TikTok. “Es un chilero a base de limón, cebolla y picante”, detalla. En esta cuenta tiene actualmente más de 160 mil seguidores y registra 1,7 millones de “me gusta”. Algunos de sus videos tienen más de ocho millones de reproducciones.
En sus primeras batallas se echaba harina en la cara, se bañaba de lodo, se quebraba un huevo en la cabeza, bailaba, entre otros desafíos menores. Después cambió los retos al ver a los demás usuarios nicaragüenses que hacen batallas, hacer retos parecidos a esos, lo que le pareció aburrido y repetitivo.
Él comenta que su primer reto extremo fue echarse alcohol en el pelo y prenderlo en fuego. El segundo fue echarse cinco gotas de plástico caliente en el hombro. “Fue en ese momento que comencé a hacerme daño en la piel y ahora tengo esas cicatrices”, reconoce.
Otro reto que inventó fue calentar al rojo vivo una cuchara y pegársela en el pecho, donde conserva una cicatriz. Luego, se dejó caer gotas de plástico en la mano. Tiene muchas marcas de quemaduras en su piel por perder en sus batallas y cumplir los retos tanto a su adversario como a sus espectadores.
El Chilero mostrando la cicatriz que le quedó al ponerse una cuchara al rojo vivo en el pecho. Foto | Cortesía.
Días atrás, se quemó parte del antebrazo por cinco segundos, pero afirma que no valió la pena porque fue una batalla donde hubo puntos muy bajos, lo que significa que no recibió mucho dinero. “Los otros, por ejemplo, quemarme el brazo con gotas de plástico, ha valido la pena porque me llevé una buena cantidad de dinero, con el cual suplo las necesidades de mi casa, de mi familia”, señala.
Otros retos que ha cumplido son: cinco martillazos en un dedo de la mano, meter los dedos de la mano en aceite caliente hirviendo, se comió una cucaracha y se dejó caer entre 20 y 30 gotas de plástico derretido en fuego en la piel.
“Tengo un sin número de retos que nadie va aceptar porque son súper extremos, como pararse en brasas, echarse agua hervida en la cabeza, quitarse un diente. cruzarse la nariz con aguja, quitarse un pedazo de oreja con cortador de uñas, sentarse en una casa de hormiga a nalga pelada por cinco minutos, entre otros”, enlista Elvin.
El dinero que gana en estas batallas lo usa para poder subsistir, ya que su negocio electrónico que lleva por nombre “El Taller Yoreparo” no le da buenos ingresos para sostenerse. Por eso, comenta que encontró en TikTok una forma de ganar dinero extra, aunque le queden marcas permanentes en la piel.
Los ingresos en TikTok, depende de lo que la gente le tire. Según un cálculo de él, podría generar en un mes entre 1,500 a 2 mil dólares. “Pero eso no pasa siempre, hay días que son bajos”, comenta. Es decir, con un mes bueno, Elvin podría ganar seis veces el salario mínimo del sector que mejor gana en Nicaragua: construcción, que equivale a 12,803.47 córdobas, equivalente a 349.63 dólares.
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Los comentarios por los daños en su piel
Su esposa y su hijo mayor de nueve años le han preguntado por qué se daña su piel “por unas pocas monedas”. Les dice que encontró una manera de ganar dinero extra, ya que a veces el trabajo está mal. También sus seguidores le han hecho esta misma pregunta en sus transmisiones y algunos le dicen que no los siga haciendo.
“Mi esposa me decía que no me hiciera daño por unas cuentas monedas, porque son permanentes. Yo le digo que entiendo, pero le aclaro que quiero ganarme el respeto de la gente. Quiero darme a conocer más, porque soy el único nicaragüense que hace este tipo de retos. Quiero representar a Nicaragua como la única persona que hace estos retos”, afirma.
“Es cierto que estos daños son permanentes, pero luego no lo voy a hacer por unas cuentas monedas, sino por una cierta cantidad de monedas, para que el daño que me haga sea bien pagado o valga la pena”, dice. Hace una semana atrás, cambió su forma de hacer batallas y explica que los retos extremos se harán por los puntajes que acuerde con su adversario y por el apoyo que reciba de sus seguidores.
Elvin Somoza quiere ganarse el respeto en ser el número uno en retos extremos en Nicaragua. Foto | Cortesía.
El miedo de hacer batallas con él
Muchas personas que hacen batallas en TikTok no se las aceptan por los retos extremos que propone, incluso gente de Nicaragua. “Yo tengo que salir a buscar gente de otros países para que me acepten batallas con estos tipos de retos, o por lo menos se acerquen a los que yo hago”, remarca Elvin, quien agrega que otras personas a veces aceptan estos retos porque tiene apoyo, aunque al principio él sufrió como tres meses haciendo ese tipo de retos sin que tuviera respaldo suficiente.
“Yo he batallado con personas de España, de Perú, aceptan y hacen retos extremos. Pero a veces hacen trampas a la hora de cumplir los retos, o no los hacen bien. En cambio, yo soy el número uno en Nicaragua y en Centroamérica en hacer retos extremos perfectamente bien, por respeto a la gente que están enviando regalos y los espectadores. Si sale alguien en Nicaragua haciendo este tipo de retos y si algún día nos encontramos, habría que verlo”, desafía.
“No me arrepiento de las marcas que me quedaron. Me he ganado el respeto de mucha gente a base de esto. Me siento tranquilo con lo que hago, me gusta. Siento una adrenalina cuando la gente me apoya con retos extremos. Voy a seguir siempre con los retos extremos”, concluyó.
