La Policía continúa secuestrando a quien se atreva a levantar su voz contra los abusos que comete el régimen sandinista. Claro está que hacer mención del nombre de monseñor Rolando Álvarez se ha vuelto «delito» y es sinónimo de cárcel y esto lo confirma el reciente arresto del excarcelado político Pedro Gutiérrez.
Tras ser condenado Álvarez a 26 años de cárcel, la feligresía se ha mostrado indignada, pero tiene que callar ante la ola represiva que vive el país. El excarcelado político hace unos días demostró su valentía y protestó en solitario por los atropellos que realiza el régimen, principalmente contra la Iglesia católica y sus líderes. «Armado» del santo rosario en mano y en unas de las calles de Managua, Gutiérrez demandó la libertad de monseñor Álvarez.
Tras este episodio, fue secuestrado cerca de su trabajo y montado a un carro rojo por paramilitares, en el sector de Bello Horizonte.
La represalia contra Gutiérrez fue por gritar: «¡Ánimo, fuerza y fe siempre! Libertad para monseñor Rolando Álvarez, aunque la dictadura le haya dado 26 años de cárcel, nosotros consideramos a Rolando Álvarez un sacerdote del pueblo. ¡Viva Nicaragua!».
Su carta bajo la manga
El defensor de derechos humanos, Pablo Cuevas, manifiesta que «como todos sabemos la carta bajo la manga o la carta que más ha estado utilizando Daniel Ortega para mantenerse en el poder ha sido la represión y eso le ha funcionado. En este momento tiene a toda la población prácticamente congelada, en cuanto al uso y goce de sus derechos, porque la gente sabe que si reclama, que si levanta la voz, en resumen si hace uso de sus derechos constitucionales va presa».
El especialista menciona que en este contexto ahora la población no solo va presa, sino que va a ser expulsada del país. «y le van a robar todos sus bienes como me sucedió a mí, entonces siendo que eso le ha funcionado a la dictadura va a seguir utilizando esa cruel acción y esa abusiva acción», indicó.
De acuerdo a Cuevas, es precisamente lo que sucedió con Pedro Gutiérrez, «yo lo conozco, trabajé su caso cuando estaba en prisión, recuerdo el día que llegó su esposa Verónica a interponer denuncia ante la prisión abusiva de Pedro, lamentablemente está viviendo el mismo calvario, simplemente porque se sintió indignado ante los abusos, ante lo que le sucedió a monseñor Álvarez, ante lo que le está sucediendo al doctor Urbina, no pudo callar y salió a protestar aunque sea de manera tímida y eso le costó la privación de libertad y sabe Dios que más».
Para Cuevas el mensaje de la dictadura es el mismo, «el que haga uso de sus derechos terminará en prisión y seguramente, todo es posible sin patria y sin bienes, no avizoro una flexibilización de esta situación extorsiva de los dictadores, no veo yo una salida por lo menos a corto plazo, negociada o algo en ese sentido, no veo yo una flexibilización de las arbitrariedades de los Ortega-Murillo, yo creo y deseara estar equivocado, pero creo que seguirán apretando la mano hacia el pueblo, para seguirlo sometiendo, mantenerse en el poder, su estatus delincuencial, de robo, de acciones delictivas», finaliza el experto.
Este nuevo encarcelamiento se da tras la liberación y destierro, el pasado 09 de febrero de 222 reos políticos, quienes también fueron despojados de la nacionalidad. El 15 de febrero, otra vez Ortega sorprendió a Nicaragua con el despojo de nacionalidad y sus bienes a 94 nicaragüenses, entre periodistas, sacerdotes, catedráticos, escritores, defensores de derechos humanos y activistas opositores. Ese miércoles por la tarde el régimen sandinista los declaró «traidores a la patria».
El preso que tiene una pierna
Hay que recordar que Gutiérrez estuvo preso 18 meses por su participación en protestas del 2018 y fue liberado en diciembre 2019.
Gutiérrez es mecánico industrial y fue secuestrado, por primera vez, en un taller de mecánica en el barrio Villa Reconciliación, en el que se encontraba laborando el cuatro de julio de 2018.
Sus familiares denunciaron en septiembre de 2019 ante las diferentes organizaciones de derechos humanos nacionales el maltrato físico y psicológico al que estaba siendo sometido en la cárcel del Sistema Penitenciario Jorge Navarro, conocido como «La Modelo».
Gutiérrez solo tiene una pierna y se vale de una prótesis para caminar. El 30 de diciembre de 2019, el régimen sandinista lo envió a su casa bajo la condición de convivencia familiar. Gutiérrez era acusado, junto a otros dos ex reos políticos, de los supuestos delitos de robo agravado y secuestro simple hasta que fueron declarados inocentes en 2020.
Ahora en el juzgado noveno de lo penal, se acusa a Pedro Gutiérrez por supuesta falta al Estado, acusación que utiliza la justicia sandinista para encarcelar a los opositores.
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