En su mensaje en la III Cumbre de la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), el régimen de Nicaragua volvió a clamar para que le quiten las sanciones.
“Exigimos que las nocivas e injustas medidas unilaterales sean suspendidas y se les ponga fin a estas políticas denigrantes y violatorias de todos los derechos humanos, si realmente desean fortalecer relaciones birregionales”, clamó el canciller Denis Moncada ante el plenario.
La dictadura liderada por Daniel Ortega y Rosario Murillo ha recibido una serie de sanciones de parte de la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá y otras naciones de Europa. Pese a que estas han sido emitidas para un reducido grupo de miembros, allegados e instituciones ligadas al régimen, este asegura que afectan al país y en distintos foros internacionales pide sean retiradas, aunque se niega a cumplir las demandas de restablecer las libertades en Nicaragua.
Un discurso contrario a lo que ellos hacen
En el mensaje, el régimen pidió “no injerencia en los asuntos internos” y el “no uso ni la amenaza del uso de la fuerza” en las naciones miembros de la CELAC, pese a que según las denuncias, en Nicaragua hay un régimen dictatorial que paradójicamente reprime, encarcela y hasta asesina con dureza a sus ciudadanos.
Las alusiones al llamado “nuevo orden mundial multipolar” también tuvieron cabida en el documento leído por Denis Moncada. Según el régimen, este se “sustenta en los principios de respeto mutuo, no discriminación; igualdad entre los Estados, la paz, el desarrollo, equidad de género, justicia, democracia directa, participativa; libertad, priorizando siempre la negociación, el diálogo constructivo en un plano de igualdad, concordia y cooperación mutuamente beneficiosas”.
“La recuperación post pandemia continúa viéndose amenazada por las multicrisis globales, energéticas, inflacionarias, climática y alimentaria agravadas por las medidas unilaterales coercitivas e ilegales impuestas contra la Federación de Rusia, China, Cuba, Irán, Venezuela, Nicaragua, Siria, República Popular Democrática de Corea y otros Pueblos hermanos”, señala el documento.
Culpan a las sanciones de su pésima administración
El régimen de Ortega acuña a las sanciones el “incremento en los precios del petróleo, los fertilizantes, energía y alimentos”, sin explicar que dichas consecuencias son originadas directamente por la invasión de su “país amigo” Rusia a Ucrania.
Para Ortega es debido a las sanciones que el presupuesto gubernamental se ve afectado, al igual que la economía de las familias más vulnerables. Según este, las sanciones les obstaculizan la “capacidad para cumplir con las metas de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, incluyendo la lucha contra la pobreza y la erradicación del hambre y la desnutrición”.
Sin embargo, la pobreza en Nicaragua es un tema de vieja data, que ni ellos, que se denominan “el pueblo presidente”, han podido solucionar en casi 30 años de estancia en el poder en dos periodos diferentes, sin mencionar los años en que se propusieron “gobernar desde abajo”.
Por el contrario, la calidad de vida de los nicaragüenses ha venido en detrimento desde que ellos están en el poder. El hambre y la desnutrición ha aumentado en el país, según lo han señalado organismos internacionales y firmas encuestadoras, a través de diferentes estudios realizados en Nicaragua.
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