Dennis Martínez, garante de las conversaciones fallidas entre los partidos políticos Ciudadanos por la Libertad (CxL) y el Partido Restauración Democrática (PRD), sostiene que ambas agrupaciones son responsables de no concretar la alianza electoral por no «anteponer los egos», y además, no quisieron escuchar el clamor de los nicaragüenses, que demandaban la unidad para derrotar a Daniel Ortega en las urnas el próximo mes de noviembre.
«Considero que ambos partidos tenían claro que la unidad no se iba a dar, no querían anteponer los egos, escuchar al soberano pueblo. El pueblo es quien premia y castiga actitudes de los políticos y aquí ambos actuaron en contra de los nicaragüenses que quieren un cambio de sistema», escribió Martínez en artículo de opinión en el diario La Prensa.
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Martínez señala que el PRD y CxL «traicionaron a sus votantes, desoyeron las peticiones de las Madres de Abril, la de los presos políticos, la de los desempleados, los perseguidos y los exiliados». Además dice que la falta de voluntad de ambos partidos dejó claro una vez más de «no confiar en los políticos».
«Es evidente que CxL y PRD son los grandes culpables», apuntó el garante de las conversaciones.
Además declaró que el domingo 8 de mayo decidió publicar un comunicado en donde solicitaba conversar con los presidentes de cada partido: Kitty Monterrey y Saturnino Cerrato. Dice que el PRD accedió, pero CxL informó que su presidente no podía atender por su estado de salud.
«Me sorprendió cuando la vi brindando una conferencia de prensa con mucha vitalidad y luego inscribiendo su alianza; me alegré por su rápida recuperación», apuntó Martínez.
CxL se convirtió cada vez más en un muro
Martínez explica que en la segunda reunión hubo mucha tensión y vio más flexible al PRD, mientras que CxL se mostró «extremadamente intransigente, la postura de esto o nada». Agrega que fue el momento en que notó que todo se perfilaba en show mediático, «queriendo extender la agonía del pueblo para luego buscar culpables del fracaso de la unidad».
El garante de las conversaciones declaró que CxL se convirtió cada vez más en un muro y el PRD alimentaba su inconsistente actuar, por un lado se decía una cosa y luego otra. «Siempre el tema que ninguno estaba dispuesto a ceder era la representación legal. No hubo voluntad de ninguno», manifestó.
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Por otro lado, reveló que el martes 11 de mayo, se discutió sobre la representación legal de la alianza política y CxL volvió a dejar claro que necesitaban convocar a una convención en 15 días para acceder a ese tema. El PRD quedó en brindar una respuesta ya que hablaría con la junta directiva y así zanjar el tema, pero respondió hasta el propio día de la inscripción de alianzas solicitando una reunión a las cuatro de la tarde.
Las conversaciones de ambos partidos se convirtió en un estira y encogen, donde solo comparecieron ante los medios de comunicación para descalificarse y hacer señalamientos que no abonaron para unificar sus fuerzas. En este sentido, los analistas políticos interpretaron que esto consumió tiempo y no se avanzó en lo que realmente era fundamental en las pláticas fallidas.
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