Noel Alonzo Cano, abogado defensor del ex funcionario Eduard Parrales, presentó «con carácter de urgencia» una solicitud ante el Juzgado Noveno de Distrito Penal de Audiencias de Managua para que el preso político, detenido el pasado 22 de noviembre, sea puesto en revisión médica con especialistas y se le cambie la prisión preventiva por el arresto domiciliar.
Por novena ocasión, el abogado solicitó que las enfermedades que aún aquejan al opositor de 80 años de edad, sean atendidas con «exámenes médicos específicos y una dieta balanceada para evitar complicaciones digestivas».
OEA pide «liberación inmediata» de los presos políticos en Nicaragua
«Requiere sin duda un trato carcelario más humano que le permita evitar complicaciones severas en su salud y que podrían en caso de no atenderse desembocar en grave lesión a la integridad física y hasta la pérdida de la vida de mi defendido», advierte el abogado.
La noticia fue dada a conocer luego que el Ministerio público informara sobre el cambio de medida cautelar de prisión preventiva a detención domiciliar a los presos políticos Arturo Cruz, ex aspirante presidencial; Francisco Aguirre Sacasa, ex canciller de Nicaragua, y José Pallais, ex vicecanciller, «por razones humanitarias».
Sin embargo, la solicitud fue presentada por el abogado en horas tempranas del pasado viernes y en la que claramente pide el «cambio de la medida cautelar de prisión preventiva por el arresto domiciliar, tal como lo dispone el Código Procesal Vigente y en base al principio de dignidad humana».
El ex embajador de Nicaragua ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Eduard Parrales, fue detenido a las afueras de su casa, en el sector de Los Robles, en Managua, luego de presentarse al Canal 10 para participar de un debate sobre las sanciones que Estados Unidos, Canadá y Reino Unido impusieron a la administración Ortega-Murillo.
Este próximo domingo 20 de febrero de 2020, cumple 90 días detenido e investigado por el supuesto delito de «provocación, proposición, y conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional».
Funcionario durante el primer gobierno sandinista
Parrales, como defensor de la Teología de la Liberación, fue uno de los sacerdotes que al triunfo de la revolución sandinista en 1979 apoyó al nuevo gobierno, llegando a ocupar no solo el cargo de Ministro de Bienestar Social de 1980 a 1982 y el de embajador en la OEA de 1982 a 1986, cuando Ortega ejerció el poder por primera vez.
Ejerció el sacerdocio durante 15 años hasta 1983, cuando pidió al Papa Juan Pablo II su “reducción al estado laical» y la liberación de sus «obligaciones y responsabilidades inherentes a la condición sacerdotal». El Papa no respondió a su solicitud.
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