La vocera del régimen sandinista Rosario Murillo volvió este martes a lanzar preocupantes amenazas contra la población opositora, a pocos días de la Semana Santa y a menos de 15 días de que se cumpla el cuarto aniversario del inicio de las protestas antigubernamentales del 2018.
Durante su alocución por los medios de propaganda oficialistas, insistió que ahora, supuestamente, Nicaragua vive en paz y que esa paz la van a defender.
Murillo, quien es conocida por sus públicas amenazas y ofensas a la opositores y por estar señalada de crímenes de lesa humanidad, recordó el principio cristiano de amar al prójimo como a uno mismo. «El mandato cristiano no dice odiarás a tu prójimo, matarás a tu prójimo, destruirás a tu prójimo», aseguró, criticando a aquellos dicen «llamarse cristianos del diente al labio».
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Advierte de cárcel a los sacerdotes
En este punto, la también vicepresidenta de Nicaragua, lanzó advertencia de cárcel a los sacerdotes, aunque no se atrevió a mencionarlos directamente.
Dijo que hay «conductas inapropiadas, que conocemos y vemos» y que «ya en el mundo no hay silencio sobre esas conductas inapropiadas.
«Al contrario, así como se condena los crímenes de lesa humanidad, también se demanda juicio y condenas para quienes practican vicios, conductas inapropiadas, incluyendo, desgraciadamente, hasta a menores de edad. Lo sabemos, lo hemos visto», expresó Murillo, que irónicamente hace más de 20 años dio la espalda a su hija Zoilamérica luego que esta denunció a Daniel Ortega por abuso sexual.
Agregó que «conductas inapropiadas son también aquellas que mueven a personas que dicen representar credos, líderes de fe, les dicen, y en estado alcohólico, en estado etílico, se personan y a gritos pretenden hacer su gusto violentando las leyes. Todo eso lo vemos y lo vivimos y para todo eso tenemos leyes, tenemos condenas».
«Nadie se atreva a alterar la paz»
En momentos en que la Iglesia Católica realizará las procesiones propias de la Semana Santa, la vocera del régimen dijo que abril días «intensos» y «para vivir tranquilos».
«¡Qué nadie se atreva a alterar la paz y el derecho a la tranquilidad, a la seguridad y a construir bienestar todas las familias nicaragüenses! ¡Qué nadie se atreva!», manifestó en tono amenazante.
«Aquí la condena es general a quienes se atrevieron a alterar la paz, a matar la paz y a matar seres humanos. Nadie en un país que ha sufrido tanto, puede querer ese tipo de incidentes (y) que más bien consolidaron esa conciencia de urgencia, de paz», insistió.
Rosario Murillo indicó que algunos se creían poderosos y autorizados a matar, llenar las calles de violencia, a manipular personas y a pagarle a quienes manipulaban para servirle a ellos y, a través de ellos, «a los imperialistas de la Tierra».
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«Ni perdón ni olvido para los criminales, ni perdón ni olvido para los terroristas, para los sanguinarios, para los promotores del horror, de la zozobra. Ni perdón ni olvido para quienes rompieron la paz. Ni perdón ni olvido para los que mienten, engañan, falsos, y falsos también como profetas o como pastores. Ni perdón ni olvido para los que profanaron, para los que blasfemaron, pronunciaron el nombre de Dios en vano. Aquí sabemos lo que hemos vivido, aquí todos los conoce,os aquí sabemos qué pasó y pretendieron que siguiera pasando», enfatizó.
Amenaza a los «rezagados» que no han salido de Nicaragua
Murillo reconoció que muchos opositores han debido exiliarse, pero también amenazó con represalias a los que se encuentran aún en Nicaragua. «En Nicaragua estamos claros. Quienes no están claros son unos cuantos, unos cuantitos. No están aquí, y si acaso queda por allí algún rezagado, bueno ya saben porque las mayorías queremos paz», advirtió.
Murillo, a la que se le acusa de ordenar la masacre del 2018 contra civiles, aseguró que fue, supuestamente, fue Dios el que guió que se «recuperara la paz» en Nicaragua.
“Queremos en este abril, todos los días de rodilla, darle gracias a Dios, porque el Dios verdadero se impuso, no los falsos, el Dios verdadero se impuso y nos iluminó y nos guió para recuperar la paz que los criminales, porque es un crimen atentar contra la paz de un pueblo bueno sencillo, bueno, tranquilo la paz que los criminales masacraron”, expresó.
Durante su discurso, también admitió la pérdida de miles de millones de córdobas como consecuencia de la crisis política.
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