Las relaciones de Nicaragua con Rusia y China están trascendiendo, tanto así que ambos países extranjeros se están inmiscuyendo en los asuntos que tiene que ver con la seguridad nicaragüense, lo que para analistas podría significar un «intercambio» para el espionaje y “acuerpamiento internacional” para el régimen.
El pasado 18 de septiembre, el hijo de la pareja dictatorial de Nicaragua, Laureano Ortega Murillo, fue invitado por el Consejo de Seguridad de Rusia a una reunión de intercambio sobre cómo «contrarrestar las revoluciones de colores», un término que según el activista y analista político Juan Diego Barberena, es utilizado por las dictaduras para justificar su actuar contra las sublevaciones sociales.
Tres días después de que se conociera detalles de varios encuentros entre Laureano Ortega y el secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, el recién pasado 21 de septiembre, se supo que Francisco Díaz, director de la Policía nicaragüense, se reunió con el Ministro de Seguridad Pública de China para tratar de establecer convenios que permitan la capacitación de sus uniformados de parte de autoridades del país asiático.
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“Los funcionarios conversaron sobre la posibilidad de establecer convenios de cooperación y colaboración entre nuestros pueblos y gobiernos, para la capacitación del personal de la Policía Nacional de Nicaragua en materia de seguridad ciudadana, prevención e investigación del delito, así como la provisión de técnica policial y de tecnologías para el enfrentamiento al crimen organizado, narcotráfico Internacional, ciberdelito y terrorismo”, se lee en una nota de prensa publicada por la institución nicaragüense.
Régimen busca acuerpamiento e intercambio de espionaje
Tanto Juan Diego Barberena como Danny Ramírez-Ayerdiz, secretario ejecutivo del Centro de Asistencia Legal lnteramericano en Derechos Humanos (CALIDH), consideran que con estas alianzas el régimen dirigido por Daniel Ortega y Rosario Murillo, lo que busca es “demostrar” que está acuerpado por países poderosos.
“La idea de que los chinos instruyan a personal nicaragüense, específicamente de la Policía es evidencia de que el régimen quiere enviar una idea de que tiene una acuerpamiento internacional (…) quiere evidenciar que tiene respaldo de una de las grandes potencias del mundo y también vive acercándose a Rusia, pero al final esas dos alianzas no les sirven de nada”, indicó Ramírez-Ayerdiz.
Por su parte, Juan Barberena señala que en la próxima reunión entre Nicaragua y el Consejo de Seguridad de Rusia, habrá un «intercambio de repertorios y herramientas represivas, de espionaje, de actividades de inteligencia y contrainteligencia contra los opositores democráticos».
Si el régimen de Ortega está tratando de “robustecer” sus relaciones tanto con China, Rusia e Irán, esto podría traerle consecuencias, pues según el analista político Juan Barberena está cometiendo “graves errores” con “altísimos costos políticos” como los que se vieron en los años ochenta.
Según Danny Ramírez-Ayerdiz, el régimen Ortega-Murillo o único que está haciendo es “autoengañarse” al querer proyectar un respaldo internacional ante las violaciones de derechos humanos, precisamente porque “China y Rusia tienen el poder de vetar en el Consejo de Seguridad que ellos puedan ser juzgados por la Corte Penal Internacional”.
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